Tom Hanks generó controversia con su regreso al programa Saturday Night Live durante la celebración de su 50° aniversario, donde retomó su papel de Doug, un simpatizante de Donald Trump con una actitud ruda e ignorante.
El personaje, que apareció por primera vez en 2016 en el sketch Black Jeopardy!, fue presentado nuevamente en una versión renovada del segmento, lo que desató una ola de críticas en redes sociales, especialmente entre republicanos y seguidores del presidente.
El programa, emitido por NBC, contó con la participación de varias figuras destacadas del mundo del entretenimiento, como Eddie Murphy, Kristen Wiig, Adam Sandler, Chris Rock, Bill Murray, David Spade y Jon Lovitz.
Sin embargo, el momento más comentado fue el regreso de Hanks como Doug en el popular segmento de parodia del concurso Jeopardy!, en el que los concursantes deben responder preguntas desde la perspectiva de la comunidad afroamericana.
En la versión original de 2016, Doug sorprendió a la audiencia al contestar correctamente varias preguntas, lo que llevó a la reflexión sobre las similitudes entre votantes de Trump y la cultura afroamericana.
En la nueva versión del sketch, el personaje de Hanks rechazó inicialmente un apretón de manos del presentador, Darnell Hayes, interpretado por Kenan Thompson, aunque finalmente accedió a saludarlo.
“No me gusta eso, whoa, whoa, whoa”, dice Doug en un momento del sketch antes de estrechar la mano de Hayes.
Doug también hizo un comentario sarcástico que generó aún más críticas: “Tal vez inicie un programa para que vengas y lo llamemos ‘White Jeopardy’”.
Las reacciones en redes sociales fueron inmediatas, con seguidores de Donald Trump acusando al programa de perpetuar estereotipos racistas sobre los votantes del expresidente.
Las potentes críticas
El sketch provocó una respuesta negativa por parte de figuras y simpatizantes republicanos, quienes calificaron la parodia como una burla ofensiva y un reflejo de la supuesta parcialidad de SNL contra los votantes conservadores.
El exasesor de Robert F. Kennedy Jr., Link Lauren, escribió en sus redes sociales: “Este programa se pregunta por qué sus índices de audiencia están en el suelo. Trump ganó el voto popular. Este estereotipo gastado de que MAGA es racista es repugnante. SNL es un programa sin gracia para las élites liberales”.
“Donald Trump acaba de ganar una elección aplastante y nunca ha sido más popular entre los estadounidenses. No han aprendido nada”, opinó el comentarista conservador Benny Johnson.
El influencer de derecha Mario Nawfal criticó la representación del personaje de Tom Hanks y la comparó con los cambios en el panorama político desde 2016.
“Hollywood sigue sin entenderlo: retratar a los seguidores de Trump como caricaturas racistas mientras este obtiene un apoyo récord entre las minorías. SNL está intentando hacer chistes de 2016 en 2025”, escribió en sus redes sociales.
Otros cibernautas también señalaron que el sketch recibió una recepción fría en el estudio. “Nadie en la audiencia se ríe cuando Tom Hanks aparece en SNL como un seguidor racista de Trump que se niega a dar la mano a un hombre negro”, destacó un usuario.
El especial de aniversario de Saturday Night Live también incluyó otras referencias políticas, como un sketch en el que Steve Martin hizo una broma sobre el cambio de nombre del Golfo de México a “Golfo de América” por orden de Trump.
Asimismo, se incluyó un segmento de Weekend Update en el que el presentador Colin Jost sugirió que la edición 50 del programa podría ser la última si el expresidente llegara nuevamente a la Casa Blanca.
Donald Trump, quien ha sido un crítico frecuente del programa, ya había expresado su descontento con la sátira de SNL en el pasado.
En 2017, calificó el programa como “terrible, no gracioso y un completo ataque político”.
Dos años más tarde y aún en el poder, incluso amenazó con una investigación federal después de sentirse ofendido por la imitación que hizo Alec Baldwin de él.
