El certamen Miss Universo 2025, celebrado en Tailandia, ha sorprendido al público con un gesto solemne que ha marcado la edición de este año. Los participantes han portado un discreto lazo negro en sus bandas oficiales, símbolo que ha despertado curiosidad y respeto entre los seguidores del concurso.
La razón detrás de este detalle es profundamente significativa: rendir homenaje a la Reina Madre Sirikit Kitiyakara, quien falleció el pasado 24 de octubre. La nación tailandesa atraviesa un período de luto oficial de seis meses decretado por el gobierno, y el concurso internacional se ha sumado a esta muestra de respeto.
Desde el inicio de las actividades, las candidatas han adoptado este símbolo como parte de su vestimenta, demostrando sensibilidad hacia la cultura anfitriona. El gesto ha sido ampliamente comentado en redes sociales, donde se destaca la elegancia y empatía de los concursantes.
En un evento donde la moda y la competencia suelen dominar la conversación, la presencia de los moños negros ha recordado al mundo que Miss Universo también es un espacio de unión y solidaridad entre naciones.
La Reina Madre Sirikit, nacida en 1932, fue esposa del Rey Bhumibol Adulyadej (Rama IX), quien gobernó Tailandia durante más de siete décadas. Tras la muerte del monarca en 2016, ella presentó el título de Reina Madre, reservado para la madre del actual soberano, el Rey Maha Vajiralongkorn (Rama X).
Sirikit fue admirada por su elegancia, su labor filantrópica y su impulso a las artes. Su figura dejó una huella profunda en la sociedad tailandesa, y su partida ha generado un vacío que se refleja incluso en eventos internacionales como Miss Universe.
El uso de los moños negros se ha convertido en una de las imágenes más representativas del certamen de este año, reforzando el respeto intercultural que caracteriza al concurso.
Los espectadores han resaltado que este detalle, aunque sencillo, transmite un poderoso mensaje de empatía y unión. La cinta negra ha transformado el escenario en un espacio donde la belleza se combina con la sensibilidad.
La organización de Miss Universo ha respaldado la iniciativa, destacando que el certamen no solo celebra la diversidad y el talento, sino también la capacidad de los participantes para conectarse con las realidades sociales y culturales de los países anfitriones.
Entre las concursantes que han llamado la atención por este gesto se encuentra Fátima Bosch, representante de México. Además del lazo negro, ella añadió un pin en forma de corgi en su banda, en memoria de su perro Rocco, fallecido en septiembre.
Este detalle personal ha sido interpretado como un símbolo de ternura y fortaleza, complementando el homenaje colectivo que distingue a la edición 2025 del concurso.
La suma de estos gestos convierte el Miss Universo 2025 en un certamen que trasciende la competencia de belleza, proyectando un mensaje de respeto, empatía y solidaridad que ha conmovido al público internacional.
