La actriz estadounidense Jessica Chastain recibió este jueves su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en un acto en el que fue homenajeada por Al Pacino y Viola Davis.
“De pie frente a esta estrella, siento el peso y el gran regalo que supone lo que hacemos en Hollywood. La gente pisará esta placa de camino a las audiciones, a los turnos de noche, a las primeras citas, a los desengaños amorosos y a las fotos turísticas, y cada uno llevará consigo su propia historia”, expresó Chastain en el podio.
La actriz, de 48 años, compartió pasajes de su vida como hija de una madre soltera. En su infancia, junto a sus tres hermanos, enfrentó la pobreza y el hambre.
Según relató la protagonista de Scenes from a Marriage, fue durante una obra escolar basada en The Curse of the Starving Class —que incluye una escena en la que un joven se enfrenta a una nevera vacía— cuando por primera vez se sintió vista y comprendió el poder de contar historias.
“Las historias no solo entretienen, revelan, te iluminan y te dicen: ‘Oye, tú, te veo’. Y esa chispa se convirtió en mi brújula. Actuar es lo que hago, pero contar historias es la razón. Porque estas generan empatía”, señaló la ganadora del Óscar en 2022 por The Eyes of Tammy Faye.
Chastain estuvo acompañada por dos figuras de Hollywood: Al Pacino, con quien compartió créditos en la película Salomé, y Viola Davis, coprotagonista en el filme nominado al Óscar The Help.
Pacino recordó el momento en que presenció la audición de la actriz para Salomé, producida y protagonizada por él.
“Ella empezó a leer y después de 30 segundos me incliné hacia el productor, Robert Fox, y le dije: ‘Tengo tres palabras: ¿Estoy soñando?’. Y eso fue todo, porque él respondió: ‘No, Al, no estamos soñando’. Así fue como encontré a mi Salomé”, relató el actor de The Godfather.
Davis, por su parte, celebró el talento de Chastain y le agradeció el apoyo personal que le ha brindado desde que la conoció, resaltando su capacidad para hacer sentir a las personas “menos solas”.
“La estrella que está consolidando un legado de esperanza, orientación, de dejar algo en las personas... Las únicas palabras que se me ocurren cuando pienso en ti, Jessica, además de amor, ternura, belleza y todas esas cosas y talento, es que ya no hay muros, ninguno. Los has derribado a través del arte luminoso de tu trabajo”, afirmó Davis.