La actriz estadounidense Jennifer Aniston relató que logró superar su miedo a volar mediante sesiones de hipnosis, según una entrevista publicada por la revista Travel + Leisure.
En la conversación, Aniston explicó que durante años practicó rituales personales antes de abordar un avión, como tocar el fuselaje con la mano derecha y subir con el pie derecho, con el fin de reducir la ansiedad que sentía al viajar.
Según detalló en esa misma entrevista, el tratamiento le permitió abandonar esas prácticas, que reconoció como supersticiosas, y afrontar los vuelos con mayor tranquilidad.
La actriz indicó que, además de la hipnosis, utiliza ejercicios de respiración, meditación guiada, y se levanta para caminar y estirarse durante los trayectos.
También mencionó un incidente ocurrido en 2019, cuando el avión en el que viajaba rumbo a México por su cumpleaños número 50 tuvo que regresar a Los Ángeles por un fallo mecánico, lo que intensificó su temor a volar.
Tras la publicación de la entrevista, el medio Fox News retomó la información e incorporó la opinión del psicoterapeuta Jonathan Alpert, con sede en Nueva York.
Alpert explicó que, aunque él no utiliza hipnosis en su práctica, algunos colegas han reportado resultados positivos en ciertos casos. No obstante, sostuvo que no se trata de una solución aplicable a todos los pacientes, y que es más eficaz trabajar directamente sobre las causas del miedo mediante técnicas cognitivas y conductuales.
Aerofobia
El miedo a volar, o aerofobia, afecta a entre el 20 % y 30 % de los pasajeros aéreos a nivel global, según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Las causas varían e incluyen el temor a las alturas, la sensación de estar encerrado, la falta de control o experiencias negativas previas. En los casos más intensos, puede impedir que una persona suba a un avión incluso si ello implica cancelar viajes laborales o familiares.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), la aerofobia forma parte de los trastornos de ansiedad específicos. El organismo señala que el tratamiento debe adaptarse a las características del paciente y que, si bien existen diversas estrategias, ninguna es aplicable de forma estándar.
El NIMH también destaca que algunas técnicas, como la hipnosis, carecen aún de evidencia científica sólida que respalde su uso como primera línea terapéutica.
La hipnosis clínica es una técnica que induce un estado de concentración profunda con el objetivo de facilitar cambios en el comportamiento o las emociones, según explica la Asociación Americana de Psicología (APA).
Aunque puede ser usada como complemento en tratamientos de ansiedad, la APA aclara que su efectividad depende de factores como la disposición del paciente, la experiencia del terapeuta y el entorno clínico donde se aplique.
Un estudio publicado en Journal of Anxiety Disorders en 2021 concluyó que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el enfoque más efectivo para tratar fobias como la aerofobia.
Este tratamiento incluye la exposición gradual a la situación temida, reestructuración de pensamientos negativos y aprendizaje de técnicas de relajación. La investigación mostró que los pacientes tratados con TCC experimentaron una reducción sostenida de la ansiedad.