Aunque tiene un tiempo que Britney Spears ya no está bajo tutela de su padre, todavía no ha podido ver a sus retoños, pues presuntamente sus hijos están molestos por lo que postea su madre en redes sociales.
La intérprete de “Toxic” despidió el 2023 subiendo a Instagram fotos de sus hijos, Sean Preston (18 años) y Jayden James (17), cuando eran pequeños.
TMZ señaló que la cantante lleva algo más de dos años sin verlos, pues han tenido discusiones por su forma de ser y lo que publica en redes sociales, como sus fotos desnuda y los videos donde baila con cuchillos.
Sus retoños viven en Hawái con su padre, Kevin Federline, ex marido de Britney, desde hace más de 10 años, pues la cantante hace años fue considerada no apta para criarlos.
Hace unos meses la cantante dijo en sus famosas memorias que se separó de Federline porque él estaba solamente atraído por su fama y su fortuna, lo que hizo que su relación fuera problemática.
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Su vida después de la tutela
El bailarín Kevin Federline, conocido por ser uno de los exesposos de Britney Spears, se está planteando llevar de nuevo a la cantante a los tribunales en relación con la pensión alimenticia que recibe de ella para el cuidado de los dos hijos que tienen en común.
Actualmente, el también actor ingresa 40.000 dólares mensuales de la diva para sufragar los costes diarios de Sean Preston y Jayden James, de 17 y 16 años, respectivamente, pero considera que la cantidad debería ser mucho mayor.
Según el portal de noticias TMZ, el acuerdo al que llegaron las partes en su momento estaba condicionado a que cada padre pasara con sus vástagos el 50 por ciento de su tiempo.
Lo cierto es que desde hace ya varios años, y por expreso deseo de los menores, éstos viven a tiempo completo con su progenitor, por lo que Federline entiende que la contribución económica de Britney ha de elevarse significativamente.
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El arreglo económico que aún rige la relación parental de Britney Spears y Kevin Federline se remonta al año 2008, cuando la cantante solicitó el divorcio y negoció una salida rápida del conflicto en medio de una profunda crisis anímica y psicológica.
Poco después, una orden judicial dictó que la artista debía someterse a una tutela legal que, en la práctica, cedía todas las decisiones sobre su ámbito financiero, profesional y personal al padre de la vocalista, Jamie Spears.
En noviembre de 2021, una jueza ordenó el fin de esa tutela tras varios meses de intensa lucha dirigida por el abogado de Britney, Mathew Rosengart.
Este año, fuentes de su entorno revelaban que la princesa del pop estaba deseando que su hijo mayor se convirtiera en mayor de edad para zanjar una situación que consideraba abusiva.
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