La cantante Ariana Grande ha solicitado a un juzgado que se imponga una orden de alejamiento permanente contra su enésimo acosador, un individuo llamado Aharon Brown que fue arrestado hace unos días tras acceder al recinto exterior de la vivienda de la intérprete con cuchillo en mano.
El intruso fue interceptado rápidamente por el equipo de seguridad de la intérprete, pero los agentes de seguridad corrieron un grave riesgo al tener que enfrentarse a un hombre que les amenazaba con un arma blanca de grandes dimensiones.
Teniendo en cuenta que la artista, de 28 años, se encontraba dentro de casa cuando ocurrió el suceso y pudo escuchar perfectamente las amenazas que le profería su acosador desde el jardín, resulta comprensible que Ariana haya recurrido directamente a la justicia para poner fin a una pesadilla que, según el documento que ha facilitado al tribunal, comenzó hace ya siete meses.
Sin embargo, hasta el incidente del pasado 9 de septiembre, la estrella del pop no había estado nunca tan cerca de la persona que asegura querer matarla, en realidad a ella y a toda su familia.
De forma provisional, el juez ha dictado una orden de alejamiento temporal contra el acusado que expirará el próximo 5 de octubre.
Uno de los testimonios que refuerzan los argumentos de Ariana Grande de cara a conseguir su objetivo lo ha facilitado un agente que tuvo que intervenir en la improvisada operación para detener al hostigador, quien trató de huir de la escena del crimen a pesar de las órdenes que le daban las autoridades para que se entregara inmediatamente.
Este policía estaría ya familiarizado con el perfil delictivo del acusado y ha señalado que, de quedar en libertad, Brown no dudará en regresar a la mansión de la artista.