La segunda temporada de la serie sobre Luis Miguel ha levantado ampollas, al igual que la primera, por la forma en que documenta las relaciones del cantante con miembros de su familia y con otras celebridades, cuya identidad se suele 'esconder' a menudo tras nombres falsos.
Muchas de estas personas reales se han sentido ofendidas por el retrato que se realiza de ellas, incluida por ejemplo Patricia Manterola, a quien no cuesta identificar como la 'inspiración' para crear el personaje de Paola Montero, uno de los intereses amorosos del protagonista.
Michelle Salas, la hija del Sol de México, también se pronunció hace unos días en contra de la producción para aclarar que considera muy injusto que se utilice su vida y su historia sin su autorización, 'sexualizándola explícitamente' y 'distorsionando' la realidad en pos del drama.
Los nuevos episodios han colocado el foco sobre ella para abordar su primer acercamiento con Luis Miguel en la adolescencia, tras años sin hablarse, y abordar además el supuesto romance que mantuvo con el antiguo mánager de su padre, Alejandro Asensi, que se convierte en Mauricio Ambrosi en la ficción.
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'En mi proceso de creación del personaje hablé con Michelle, pero esta creación del personaje es mía y de los directores', ha explicado en una entrevista al programa 'Ventaneando', en la que ha insistido en que espera hacerle justicia mostrando su proceso de madurez.
'Tuve una visión muy clara de cómo tenía que ser Michelle, la de la ficción, y para mí es una mujer que va a aprender apenas a ser fuerte, a ser un pilar, que va a ser independiente'.
