Inglaterra.
Sin embargo, al parecer
Harry mantuvo una conversación con su abuela para discutir la posibilidad de llamar a su futura hija como ella después de que a su esposa y a él se les ocurriera la combinación '
Lilibet Diana', según asegura ahora una fuente al periódico
The Sun.
El nombre que los duques de Sussex han elegido para su nuevo bebé, que se sabía desde hace semanas que sería una niña, ha supuesto una sorpresa solo a medias.
Todas las quinielas apuntaban a que el matrimonio rendiría homenaje a la madre de Harry, la desaparecida princesa de Gales, llamando a la pequeña Diana, pero nadie esperaba que incluyeran además un guiño a la reina Isabel II tomando prestado el apodo 'Lilibet' que siempre han utilizado sus seres queridos para referirse a ella en la intimidad.
Los 'expertos reales' se dividen entre quienes consideran que se ha tratado de un bonito gesto de acercamiento por parte de la pareja, que mantiene una tensa relación con La Firma tras las polémicas declaraciones que ha realizado acerca de su vida en el seno de la monarquía británica, y quienes lo ven como una falta absoluta de consideración, ya que solo algunas personas -como el fallecido duque de Edimburgo- tienen una relación lo suficiente cercana con la soberana como para 'permitirse' llamarla Lilibet.
Aunque él quería honrar a su difunta madre con el nacimiento de su hija, también temía qué pasaría si la obligaba a crecer bajo la alargada sombra de Lady Di.
'Había sopesado la idea de ponerle a su futura hija el nombre de su madre, pero desconfiaba de la atención que sin duda atraería hacia la niña. Al final, le mencionó Lilibet a Meghan, cuando hablaban de posibles nombres para sus hijos, y a ella le encantó la idea. Es un homenaje adecuado para Su Majestad la Reina y algo que mucha gente espera que acerque a la familia', ha añadido ese mismo informante.
