Tegucigalpa, Honduras.
El Instituto Nacional Penitenciario (INP) realizó este jueves una serie de inspecciones a lo interno de las cárceles en el país, con el fin de verificar la aplicación de protocolos de bioseguridad ante la emegencia que vive el país por coronavirus.
El INP hizo referencia a dos cárceles, en la de Danlí, El Paraíso, se revisó la dotación de medicamentos por parte de la regional de la Secretaria de Salud, las autoridades del establecimiento informaron que debido a las gestiones realizadas con el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa), cuentan con el suministro de agua potable a diario.
Se evaluó la situación actual de la bodega de alimentos, verificando que la Suplidora Nacional de Productos Básicos (Banasupro) cumple con los productos requeridos según el menú alimenticio de la población penitenciaria.
En Támara
En Támara se visitó la clínica verificando el recibimiento de medicamentos para enfermedades crónicas, así como retrovirales (para pacientes con VIH) y los medicamentos para internos que padecen de enfermedades psiquiátricas.Con relación al suministro de agua, se informó que a diario se permite el ingreso de siete tanques cisterna enviadas por el INP, Comité Permanente de Contingencias (Copeco), el Cuerpo de Bomberos de HondurAS y una enviada por los familiares de los privados de libertad.
Las autoridades del establecimiento informaron que actualmente se realizan las gestiones para solucionar el suministro de agua potable.
Prevención
El INP detalló que ante la pandemia del COVID-19 se mantienen los protocolos de bioseguridad, que consisten en la desinfectación del personal y vehículos que ingresan al perímetro. Además, la clínica funciona en la zona externa del establecimiento, evaluando a los privados de libertad de primer ingreso y colocándolos en un área de aislamiento durante el termino de 14 días.Se ha acondicionado espacios para atender a las personas privadas de libertad o el mismo personal que presente síntomas del COVID-19, esto como medida para evitar que la población penitenciaria sea afectada con el coronavirus que mantiene en emergencia sanitaria a todo el mundo.
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Entre las medidas de prevención adoptadas, el personal administrativo trabaja en una carpa acondicionada en el perímetro del centro penitenciario, esto evita que el personal tenga contacto directo con los internos. Asimismo, se ha dotado a los privados de libertad de insumos de higiene personal y para desinfectación de las instalaciones.
Con relación con lo privados de libertad de la tercera edad y pacientes con enfermedades crónicas, el INP indicó que son evaluados a diario para garantizar la estabilidad en su estado de salud.
 Se revisaron distintos módulos y secciones para conocer la operatividad a lo interno.
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