Los principales indicadores de la macroeconomía nacional se han subsanado producto de la disciplina fiscal del actual Gobierno.
Sin embargo, para mantener ese logro se requiere de compromiso y coordinación entre el Estado, la empresa privada y la sociedad en general, asegura Marlon Tábora, director ejecutivo para Centroamérica y Belice del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El expresidente del Banco Central de Honduras (BCH) y excoodinador del Gabinete Económico estuvo de visita en la Capital Industrial para estar presente en la Cumbre Nacional de Negocios que se llevó a cabo la semana pasada.
Este país requiere que construyamos credibilidad y confianza para salir de adelante. Recomiendo mucho el libro Por qué fracasan los países, porque es un tema de principios y uno debe velar para que el país salga adelante. Si no nos enfocamos en el tema de institucionalidad, difícilmente podremos salir adelante y eso es lo que tratamos de construir cada quien en su campo.
La idea es, vamos por el camino correcto, pero falta mucho para llegar a la meta y ese es el mensaje más importante. No me interesa que a Honduras le vaya bien en los primeros dos años, quisiera que se mantuviera así por mucho tiempo. Uno debe tener claro el camino que debemos seguir y las autoridades están muy comprometidas, pero por eso necesitamos esa unidad con el sector privado, pero también con la sociedad.
Yo lo resumiría en dos palabras: compromiso y coordinación. Esas son las claves para tener instituciones más fuertes, para tener políticas que sean coherentes, porque el día de mañana cuando un ciudadano decida por quién va a votar, elegirá a aquel que protege lo que se ha venido construyendo, no aquel que derriba lo que otros han tratado de construir. Es por eso que el año pasado mandamos junto con el presupuesto al Congreso Nacional la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Ese es, desde el punto de vista económico, el blindaje que va a permitir que en años futuros un Gobierno irresponsable no venga a botar todo por la borda.
Necesitamos coordinación y compromiso para lograr esos objetivos. El país no va a salir adelante de un año para otro. Hemos hecho en dos años lo que nadie se imaginaba que íbamos a hacer, pero no ha terminado la tarea. Le dije a mis colegas del Gabinete Económico ‘me voy, pero espero que ustedes continúen construyendo y haciendo mejor las cosas de lo que las pude hacer yo’, para quien venga tenga la vara tan alta que se comprometerá más.
A nosotros nos tocó hacerlo, pero no queremos que se vuelva a hacer y ese fue el compromiso con el presidente Juan Orlando Hernández y el sector político cuando llevamos la reforma al Congreso Nacional.
En ese momento sabíamos que lo teníamos que hacer, pero con el compromiso que en los próximos cuatro años no habrá más impuestos. Creo que eventos como la Cumbre (Nacional de Negocios) ayuda a generar conciencia. El empresariado lo que quiere es pagar menos impuestos, tener más exoneraciones y facilidades, pero hay un equilibrio. Por eso es muy importante que exijan que uno rinda cuentas, que los recursos públicos se usen de manera correcta, que no haya corrupción y que haya justicia. Eso es válido y debemos seguir fortaleciéndolo, pero trabajando de forma coordinada.
Es el caso de Honduras. Hay cosas en las que no se debe inventar el agua caliente. El agua caliente no se inventa, ya hay una fórmula para hacerlo. En el almuerzo que tuvimos con él, nos explicaba sobre la Tasa de Seguridad y es exactamente lo que estamos haciendo nosotros.
Para Felipe Calderón, la disciplina fiscal es un tema fundamental.
Quiero explicar una cosa, porque la gente se confunde cuando pregunta por qué no crecemos al 6% y es sencillo. Los países tienen tres bloques: primero, lo que tenemos heredado como recursos naturales o turísticos; el segundo tiene dos divisiones: la parte macro y el capital humano; el tercer bloque es la institucionalidad. Muchas veces nos queremos pasar al tercer bloque sin haber cruzado los otros dos. Uno debe tener claro a donde quiere llegar y por eso cuando yo me fui dije ‘Presidente, misión cumplida’ porque sabía a donde quería llegar. Eso no quiere decir que ya se terminó, porque hay que seguir.
Insisto, el compromiso y la coordinación es el matrimonio perfecto entre el sector público y privado.
