Un alza récord en las adquisiciones corporativas le está dando un impulso a una bolsa de valores que andaba a poca velocidad.
En lo que va del año, las empresas de Estados Unidos han propuesto o acordado un total de US$637.950 millones en fusiones y adquisiciones —ya sea como compradores o blancos—, la cifra más alta desde que el proveedor de datos Dealogic comenzó a compilar estos datos en 1995. Eso incluye la oferta de US$106.000 millones de Pfizer Inc. por AstraZeneca PLC, la cual rechazó la propuesta.
Aunque tanto el Promedio Industrial Dow Jones como el S&P 500 han logrado nuevos récords este año, ha sido un proceso lento.
El Dow ha caído 0,4% en lo que va del año, mientras que el S&P 500 ha aumentado 1,8%. El valor de las acciones de
empresas que han sido compradas se ha apreciado un promedio de 18% el día siguiente al anuncio del acuerdo, indica Dealogic. Y contrario a lo que se podría creer, las acciones de los compradores en los acuerdos propuestos
han subido, en promedio 4,6% el día después del anuncio del pacto. Esto equivale al mayor aumento del que se tiene registro, según Dealogic.
En cambio, entre 1996 y 2011, las acciones del comprador cayeron 1,4% el día después de anunciarse una adquisición. “Es una señal de que el mercado está dispuesto a recompensar a empresas por tomar riesgos”,
afirmó Brian Angerame, gerente del fondo ClearBridge Mid Cap Core de US$1.500 millones. “Pero uno tiene que tener la acción en el momento preciso, en el lugar preciso y eso puede ser un reto”.
Angerame tiene acciones de la joyería Signet Jewelers Ltd., que en febrero acordó comprar a su rival Zale Corp., en un acuerdo valorado en US$1.400 millones.
Las acciones de Signet han subido 31% desde que se anunció el
acuerdo. El auge en la actividad de fusiones y adquisiciones se presenta en momentos en que los inversionistas
están dando la espalda a segmentos de mayor crecimiento y mayor riesgo del mercado, especialmente las acciones recién lanzadas. En cambio, los precios de los títulos están subiendo en muchas empresas de valor
más bajo con modelos empresariales que han pasado la prueba del tiempo.
Los inversionistas dicen que esas firmas son más propensas a ser candidatas para comprar o ser compradas. Con este telón de fondo, la actividad de adquisiciones está brindando un impulso a los portafolios en un año en que ha sido difícil generar ganancias.
Y aunque no todos los acuerdos se materializan, el solo hecho de obtener ese gran salto en una acción puede marcar una diferencia para los retornos generales. “Una de las cosas que puede ayudar a crear un mercado para
los gestores es la actividad de fusiones y adquisiciones”, señaló Tom Manning, director de inversiones
en Banyan Partners, que supervisa US$4.500 millones.
Poseer acciones de un candidato a ser comprado “tiene un gran impacto en el desempeño comparado al mercado en general. Sin duda, le damos la bienvenida”. En el portafolio de Manning, eso ha implicado ganancias en acciones como Allergan Inc., que se dispararon tras una oferta de compra de la farmacéutica Valeant Pharmaceuticals International Inc. y el inversionista activista William Ackman.
Para algunos inversionistas, ya era hora de que se diera este salto en el número de acuerdos, teniendo en cuenta las enormes pilas de efectivo que las compañías acumularon tras la crisis financiera. Las empresas en el S&P
500 contaban con una cantidad récord de US$1,3 billones (millones de millones) en efectivo y valores a corto plazo al final del año pasado, según S&P Dow Jones Indexes.
Debido a que la economía estadounidense lleva ya cinco años de expansión económica, los inversionistas dicen que los ejecutivos deberían estar gastando mucho en plantas y equipos, pero la lentitud de esa recuperación ha hecho que los ejecutivos corporativos sean reacios a realizar inversiones sin retornos claros.
Pero este ambiente de crecimiento lento está presionando a las empresas a encontrar nuevas formas de apuntalar sus ganancias, especialmente con márgenes de ganancias cercanos a niveles récord en el S&P 500.
Aunque las recompras de acciones y los dividendos pueden sumar atractivo a las acciones de una empresa, esas medidas no generan crecimiento en las ganancias. Eso deja a las adquisiciones como una forma de elevar
el potencial de utilidades, indican los inversionistas.
“Cuando es difícil generar crecimiento en las ganancias, la gente intenta comprarlo”, apuntó Bart Geer, gestor de portafolio del fondo BlackRock Basic Value de US$4.300 millones. Eric Green, gestor de portafolio de Penn Capital Management, que administra US$7.600 millones, señaló que el aumento en las adquisiciones es una señal positiva
del ánimo entre los ejecutivos corporativos.
Lo que ha cambiado en 2014 es que la visibilidad de la economía ha mejorado un poco y la visibilidad política ha mejorado” en lo referente a las negociaciones en torno al presupuesto federal, precisó.