El futuro del tratado de libre comercio TLCAN se juega desde este martes en Montreal donde Estados Unidos, Canadá y México lo renegocian presionados por la amenaza del presidente Donald Trump de romper ese pacto.
Con cada vez menos tiempo para alcanzar un acuerdo, Canadá y México se proponen hacer todo lo posible para evitar que Estados Unidos se aparte de ese acuerdo que congrega a unos 500 millones de consumidores a menos que obtenga significativas concesiones.
En medio del proteccionismo estadounidense y la permanente condena de Trump al TLCAN, al que calificó la semana pasado de 'mala broma', la revisión del pacto iniciada en el pasado verano boreal se dificultó por la falta de progresos en los asuntos más sensibles.
El lunes, la ministra canadiense de Exteriores, Chrystia Freeland, y el ministro de Economía de México, Ildefonso Guajardo, se reunieron en Toronto y 'coincidieron en que la sexta ronda será crítica para el proceso de negociaciones', según una nota del gobierno mexicano.
En Montreal 'deberán tomarse decisiones respecto de algunos de los temas más complejos que están en discusión', añade la nota.
De su lado, el ministro de Comercio de Canadá, François-Philippe Champagne, informó que 'todo estará sobre la mesa' y señaló que 28 de los 30 capítulos del tratado vigente desde 1994 están pendientes de renegociación.
Las discusiones se estancaron ante propuestas estadounidenses consideradas 'inaceptables' por Canadá y México.
Entre esas demandas de Washington se cuenta la llamada cláusula crepuscular (sunset clause) por la cual el TLCAN sería revocado automáticamente cada cinco años a menos que los tres socios admitan mantenerlo en vigor. Estados Unidos también pretende eliminar el mecanismo de resolución de controversias previsto en el Capítulo 19.
Canadá ha expreso su más rotundo apoyo al Capítulo 19. Incluso el viernes lo invocó para dirimir el pleito iniciado por Estados Unidos contra las subvenciones canadienses al grupo aeronáutico Bombardier y a la madera de construcción.
Camiones cargados de mercancías cruzan lo frontera entre Estados Unidos y México cerca de la ciudad de Tijuana.
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Otro problema espinoso es la exigencia de tornar más estrictas las 'normas de origen' para el sector automotriz. El actual TLCAN establece que el 65% de los componentes de los vehículos deben ser fabricados en uno de los tres países del acuerdo para, de ese modo, ser exentos de gravámenes aduaneros.
Washington quiere elevar la exigencia a un mínimo de 85% de contenido norteamericano y exigir un 50% de origen estadounidense.
Esa demanda irrita a México y Canadá pero podría alcanzarse un acuerdo, según diversas fuentes.
Estados Unidos también pretende que Canadá cancele su programa de cuotas de importación de lácteos y aves. Además, Washington quisiera limitar drásticamente el acceso de Canadá a las compras del gobierno de Estados Unidos.
Los dos países 'tienen que hacer concesiones para salvar al TLCAN', dijo el centro liberal de estudios Montreal Economic Institute.
Según esa institución el acuerdo 'tiene los días contados si en la mesa de negociación las partes persisten en proteger sus industrias en detrimento de los consumidores y el libre comercio'.
Las empresas del continente también están preocupadas: 25 cámaras de comercio salieron el lunes en defensa del TLCAN y en una declaración conjunta instaron a los gobiernos a fortalecerlo y a mantener abierto el mercado de Estados Unidos.
Las negociaciones de Montreal se extenderán hasta el domingo y serán la ronda más extensa desde que comenzaron las tratativas hace seis meses.