La producción de energía limpia sigue teniendo más trabas que impulsos en el país. Uno de los principales obstáculos es la falta de financiamiento de las instituciones bancarias comerciales, que no consideran que los pequeños productores tengan suficientes garantías de pago.
Para el coordinador internacional del proyecto Areca, Héctor Rodríguez, los grupos económicos considerados grandes en el país son los que dentro de unos pocos meses comenzarán a operar dos o tres proyectos de un total de 40 que fueron adjudicados por el Congreso Nacional hace casi dos años.
“El resto de los proyectos se han quedado estancados, están empantanados”, se lamentó.
La falta de financiamiento, la poca experiencia como desarrolladores y el escepticismo de la banca local para invertir en estas iniciativas han afectado el desarrollo de los proyectos. “Los bancos tienen la liquidez financiera para invertir en estas iniciativas, pero también les falta experiencia en el proceso de evaluar estos proyectos”.
En total, los proyectos generarían 700 megavatios, que le darían un impulso significativo a la maltrecha situación de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee, cuya principal fuente de generación eléctrica sigue siendo la térmica, lo que encarece significativamente los costos del servicio.
Existe una disponibilidad de 1,242 megavatios durante las horas de mayor consumo, pero casi el 70% de esa generación es aportada por plantas alimentadas con búnker, un derivado del petróleo cuyo barril se ha cotizado por más de cien dólares en el mercado internacional.
Sin embargo, si se sumaran los megas generados por el parque eólico Cerro de Hula, los de la hidroeléctrica Patuca III y los de estos pequeños proyectos, la disposición de energía renovable sería de mil megas.
Recientemente, el empresario Freddy Nasser reveló que en los próximos días se inaugurará una central hidroeléctrica en la costa norte del país que generará unos cinco megavatios y más estarían operando en los próximos meses. Para el coordinador de Areca, quizá otras seis iniciativas gozan del análisis financiero del banco, pero los demás proyectos están en espera de que se termine su gestión técnica y sean rectificados procesos de factibilidad que requieren una inversión estimada entre 300,000 y 500,000 dólares, que en la mayoría de los casos no están disponibles para estos desarrolladores.
Rodríguez no descartó que la producción energética con gas natural licuado sea positiva, pero recordó que si solo se generarán cien megas, la inversión para instalar una planta de almacenamiento será demasiado cara, por lo que la medicina sería más cara que la enfermedad.