Miami, Estados Unidos.
Un 25% de los hispanos en Estados Unidos no tiene cobertura médica, la mayor tasa para cualquier grupo racial o étnico, según datos del censo de ese país. Reducir esa cifra será uno de los mayores desafíos del gobierno de Barack Obama cuando reabra este sábado los mercados de seguro de salud para un segundo año de prestación.
Durante el período de afiliación del primer año, sólo 2,6 de unos 10,2 millones estimados de hispanos sin seguro médico y con las condiciones para obtener cobertura se anotaron en planes de salud, según un informe de octubre del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés). La tasa de latinos de entre 18 y 64 años sin seguro médico bajó 18%, pero ese descenso fue menor en porcentaje que el registrado por otros grupos.
“Brindarle cobertura médica a 2,6 millones de personas es un gran logro”, dijo Mayra Álvarez, directora del grupo de la bolsa estatal de HHS. Pero “tenemos más trabajo por hacer”.
La experiencia de Brígida Hernández ilustra los obstáculos en el camino. Hernández completó su solicitud de afiliación médica prevista por la Ley de Cuidado de Salud Accesible el último día de plazo. Pero afirmó que nunca recibió el anunciado pedido de más información, y dejó el tema olvidado. A pesar de tener diabetes y artritis, no está segura de que vuelva a intentarlo.
“El pago mensual era alto para mí”, dijo Hernández, de 50 años, en la sala de espera de una clínica comunitaria de esta ciudad.
Los latinos y otros estadounidenses que no tienen seguro médico suelen acudir a centros de salud comunitarios que atienden a personas sin cobertura y a las salas de emergencia, o simplemente no buscan tratamiento médico. La financiación gubernamental y los programas de cobertura de beneficencia hospitalarios absorben esos costos.
Hubo muchos factores que afectaron la afiliación. La versión en español del sitio web de cobertura médica federal, CuidadoDeSalud.gov, no fue lanzado sino hasta diciembre, y varias fallas hicieron que fuera difícil de usar. El número insuficiente de asesores de afiliación que hablaban en español, conocidos como navegadores, causó esperas de varias horas.
Los hispanos sin seguro médico, que a menudo sabían poco de los copagos, deducibles y redes de proveedores habituales en el sistema de salud estadounidense, requerían más educación que la anticipada por muchos partidarios del sistema. “Completar una solicitud lleva mucho más de lo que pensamos”, sostuvo Sinsi Hernández-Cancio, directora de equidad para la salud en Families USA, un grupo de promoción de afiliación a seguro médico.
Muchos latinos que cumplen los requisitos legales para obtener la cobertura temían que hacer la solicitud pudiera perjudicar a familiares que se encuentran en EE.UU. sin autorización, a pesar de que el gobierno aseguró que no sería así. “La atmósfera hostil alrededor de la inmigración y las deportaciones ha tenido un efecto negativo en la afiliación”, afirmó Daniel Zingale, vicepresidente senior de California Endowment, que invirtió en esfuerzos de difusión.
“Es una preocupación real”, sostuvo Álvarez, de HHS. “Por eso seguimos trabajando para informar a la comunidad latina que no deben tener miedo de presentar esta información”.
Una encuesta del Centro de Investigación Pew descubrió en marzo que el apoyo a la ley cayó a 47% entre los hispanos, un descenso frente a 61% seis meses antes. Y el gobierno del presidente Obama indicó el lunes que les había ordenado a las aseguradoras poner fin a los planes de 112.000 personas porque los individuos no entregaron documentos adicionales para probar que eran residentes legales de EE.UU.
La afiliación para 2015 presenta más desafíos. Los grupos que promueven la afiliación les aconsejarán a quienes ya tienen cobertura cómo renovar o cambiar planes a la vez que intentan atraer a otros postulantes.
Un 25% de los hispanos en Estados Unidos no tiene cobertura médica, la mayor tasa para cualquier grupo racial o étnico, según datos del censo de ese país. Reducir esa cifra será uno de los mayores desafíos del gobierno de Barack Obama cuando reabra este sábado los mercados de seguro de salud para un segundo año de prestación.
Durante el período de afiliación del primer año, sólo 2,6 de unos 10,2 millones estimados de hispanos sin seguro médico y con las condiciones para obtener cobertura se anotaron en planes de salud, según un informe de octubre del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés). La tasa de latinos de entre 18 y 64 años sin seguro médico bajó 18%, pero ese descenso fue menor en porcentaje que el registrado por otros grupos.
“Brindarle cobertura médica a 2,6 millones de personas es un gran logro”, dijo Mayra Álvarez, directora del grupo de la bolsa estatal de HHS. Pero “tenemos más trabajo por hacer”.
La experiencia de Brígida Hernández ilustra los obstáculos en el camino. Hernández completó su solicitud de afiliación médica prevista por la Ley de Cuidado de Salud Accesible el último día de plazo. Pero afirmó que nunca recibió el anunciado pedido de más información, y dejó el tema olvidado. A pesar de tener diabetes y artritis, no está segura de que vuelva a intentarlo.
“El pago mensual era alto para mí”, dijo Hernández, de 50 años, en la sala de espera de una clínica comunitaria de esta ciudad.
Los latinos y otros estadounidenses que no tienen seguro médico suelen acudir a centros de salud comunitarios que atienden a personas sin cobertura y a las salas de emergencia, o simplemente no buscan tratamiento médico. La financiación gubernamental y los programas de cobertura de beneficencia hospitalarios absorben esos costos.
Hubo muchos factores que afectaron la afiliación. La versión en español del sitio web de cobertura médica federal, CuidadoDeSalud.gov, no fue lanzado sino hasta diciembre, y varias fallas hicieron que fuera difícil de usar. El número insuficiente de asesores de afiliación que hablaban en español, conocidos como navegadores, causó esperas de varias horas.
Los hispanos sin seguro médico, que a menudo sabían poco de los copagos, deducibles y redes de proveedores habituales en el sistema de salud estadounidense, requerían más educación que la anticipada por muchos partidarios del sistema. “Completar una solicitud lleva mucho más de lo que pensamos”, sostuvo Sinsi Hernández-Cancio, directora de equidad para la salud en Families USA, un grupo de promoción de afiliación a seguro médico.
Muchos latinos que cumplen los requisitos legales para obtener la cobertura temían que hacer la solicitud pudiera perjudicar a familiares que se encuentran en EE.UU. sin autorización, a pesar de que el gobierno aseguró que no sería así. “La atmósfera hostil alrededor de la inmigración y las deportaciones ha tenido un efecto negativo en la afiliación”, afirmó Daniel Zingale, vicepresidente senior de California Endowment, que invirtió en esfuerzos de difusión.
“Es una preocupación real”, sostuvo Álvarez, de HHS. “Por eso seguimos trabajando para informar a la comunidad latina que no deben tener miedo de presentar esta información”.
Una encuesta del Centro de Investigación Pew descubrió en marzo que el apoyo a la ley cayó a 47% entre los hispanos, un descenso frente a 61% seis meses antes. Y el gobierno del presidente Obama indicó el lunes que les había ordenado a las aseguradoras poner fin a los planes de 112.000 personas porque los individuos no entregaron documentos adicionales para probar que eran residentes legales de EE.UU.
La afiliación para 2015 presenta más desafíos. Los grupos que promueven la afiliación les aconsejarán a quienes ya tienen cobertura cómo renovar o cambiar planes a la vez que intentan atraer a otros postulantes.