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La Fed se dispone a pisar el freno

  • 08 diciembre 2013 /

El banco central de EE.UU. está más cerca de reducir sus compras de bonos, aunque las tasas seguirán bajas.

Washington, Estados Unidos

La Reserva Federal de Estados Unidos está más cerca de empezar a desmantelar su polémico programa de compra de bonos por US$85.000 millones al mes, lo que incluso podría ocurrir este mes, luego del alentador informe de empleo divulgado el viernes.

Ben Bernanke, presidente de la Fed, tendrá que forjar un consenso al interior del banco central respecto a cuándo iniciar la reducción de un programa que ha acaparado la atención de los mercados durante meses y cuya efectividad no está completamente comprobada.

Muchos economistas de la entidad se están acostumbrando a la idea de comenzar el delicado repliegue, aunque aún podrían surgir discrepancias sobre el cronograma y la estrategia, según comentarios públicos y entrevistas con funcionarios de la Fed.

Uno de los temas en la agenda de la próxima reunión de la Fed, que se realizará el 17 y 18 de diciembre, sería una reducción del programa de compra de bonos, aunque algunos preferirían aguardar hasta enero o más tarde a la espera de señales de que la reciente fortaleza del crecimiento económico y el empleo es sostenible.

Una de las consideraciones más importantes es si los inversionistas están preparados. Cuando se habló de cerrar el grifo a mediados de año, los mercados de acciones y bonos acusaron el impacto. El viernes, en cambio, parecieron tomar con calma la posibilidad de una reducción.

El Promedio Industrial Dow Jones se disparó 198,69 puntos, o 1,3%, para ubicarse en 16.020,20 unidades, su mayor alza en siete semanas. Los avances del viernes pusieron fin a una racha de cinco caídas consecutivas y acercaron a las acciones a nuevos máximos históricos.

El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años apenas subió, otra señal de que los mercados financieros no se vieron consternados.

Durante algunas jornadas de los últimos meses, las noticias económicas positivas desataron ventas masivas de acciones ante la preocupación sobre la capacidad del mercado para mantener sus ganancias sin el apoyo de la Fed. El alza de la bolsa del viernes muestra que la Fed ha tenido cierto éxito a la hora de tranquilizar a los inversionistas y asegurarles que mantendrá las políticas de crédito barato por varios años.

El banco central optó por mantener sin cambios el programa de compra de bonos en septiembre, cuando el mercado laboral parecía más endeble y Washington se preparaba para una batalla fiscal entre demócratas y republicanos, y en octubre, después de que el enfrentamiento provocara el cierre parcial del gobierno por 16 días.

Sin embargo, el informe de empleo de noviembre fue el más reciente de una serie de indicadores que han elevado la confianza en que la economía y los mercados están en mejor posición para mantenerse estables con un menor apoyo de las intervenciones mensuales del banco central.

El panorama económico luce mejor ahora que en septiembre.

La economía ha agregado un promedio de 193.000 empleos mensuales durante los últimos tres meses, frente a 143.000 en los tres meses anteriores a la reunión de septiembre.

Además, la Casa Blanca y el Congreso se dirigían en septiembre a un cierre temporal del gobierno y a una posible crisis del límite de deuda. Ahora parecen estar gestando un pequeño acuerdo sobre el gasto fiscal para el próximo año. Los vientos en contra provenientes de alzas de impuestos y recortes del gasto este año podrían estar amainando, creando las condiciones para un crecimiento económico más robusto en 2014.

De todos modos, el informe laboral no fue recibido como una noticia inequívocamente positiva al interior de la Fed. Uno de los problemas que notaron fue un trasfondo de angustia en las familias, pese a que la tasa de desempleo cayó.

La encuesta de los hogares llevada a cabo por el gobierno mostró que apenas 83.000 personas consiguieron empleo entre septiembre y noviembre, mientras que el número que no está en la fuerza laboral subió en 664.000 personas. La tasa de desempleo cayó de 7,2% a 7% en ese período debido a que muchos dejaron de buscar trabajo y, por lo tanto, no fueron contabilizados como desocupados.

El programa de compra de bonos, también conocido como relajación cuantitativa, busca reducir las tasas de interés a largo plazo con la esperanza de estimular el crédito, el empleo y la inversión.

Los funcionarios del banco central están inmersos en debates sobre cómo convencer al público de que la entidad mantendrá las tasas de interés a corto plazo cerca de cero mucho tiempo después de que el programa de estímulo llegue a su fin.

La Fed cree que puede mantener bajos los tipos de interés a largo plazo al comunicar claramente a los inversionistas sus intenciones de mantener las tasas de corto plazo en cerca de cero en el futuro cercano.

El banco central ha indicado que no elevará los tipos de interés de corto plazo hasta que el desempleo baje de 6,5%. Al ritmo que está cayendo, eso podría suceder en 2014. No obstante, Bernanke señaló hace poco que la Fed sería “paciente” respecto a elevar las tasas incluso después que el desempleo toque 6,5%, lo que significa que el organismo considera que un aumento de las tasas de interés en 2014 es poco probable.

Los funcionarios del banco central también han tratado la posibilidad de reducir su umbral de 6,5% de desempleo.

Además, algunos funcionarios desean indicar que les preocupa que la inflación caiga demasiado al enfatizar que la Fed no elevará las tasas a menos que el índice de precios se mueva con mayor firmeza de sus niveles actuales hacia la meta de 2% de la entidad