Con una mirada que reflejaba tristeza, cansancio y desesperación, Marlon, cuyo apellido pidió ser omitido, intentaba refugiarse del sol con un fólder este jueves, mientras aguardaba turno para entregar su hoja de vida en una maquila de la ciudad.
El joven contó a LA PRENSA que lleva cuatro días consecutivos madrugando para formarse en la fila, al igual que otros cientos de personas, con la esperanza de encontrar un empleo fijo.
El sampedrano expresó que se siente “decepcionado”, ya que tiene un año tocando puertas en empresas de San Pedro Sula y Choloma sin tener éxito, por lo que ha llegado a considerar migrar a Estados Unidos para que su esposa e hijos tengan una mejor calidad de vida.
Al igual que Marlon, otros 2.4 millones de personas enfrentan problemas de empleo en Honduras, de acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Al respecto, Ricardo Matamoros, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), dijo que esta cifra es preocupante.
Matamoros explicó que, según la encuesta de hogares del INE, la tasa de desocupación fue de 6.4% durante 2023, lo que refleja una disminución en los índices de desempleo.
No obstante, señaló que, aunque es algo positivo, “no es motivo para celebrar”, ya que esto solo es producto de la desaceleración económica y que aún queda camino por recorrer para volver a las cifras prepandemia.
El experto hizo hincapié en que más allá del desempleo, el mayor problema del mercado laboral hondureño es la subocupación; es decir, personas que están trabajando, pero cuyos ingresos no les alcanzan, debido a que son trabajos temporales o con pocas horas.
Destacó que los problemas de empleo son una de las principales causas de migración, por lo que es urgente adoptar medidas para atraer inversión y generar mejores condiciones, ya que no se puede hablar de desarrollo cuando la fuerza laboral del país está migrando y cada vez más se depende de las remesas.
Agregó que desde 2020, el instituto que dirige ha insistido en la necesidad de que el sector público y privado se unan para buscar estrategias que permitan dinamizar el empleo y generar condiciones dignas para las familias hondureñas.
Por su parte, el dirigente de la mipyme, Victorino Carranza, indicó que la falta de políticas que fomenten el empleo está afectando la economía de miles de hogares hondureños.
A manera de ejemplo, señaló que cuando se derogó la Ley de Empleo por Hora se prometió crear una mejor alternativa, pero hasta la fecha esa promesa no se ha cumplido, y esto solo provocó la pérdida de unos 30,000 puestos de trabajo.
Manifestó que como sector están a favor del pacto que promueve el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) para que se creen políticas y la mipyme como las grandes empresas puedan seguir generando empleo.
Mientras que Gustavo Solórzano, asesor legal del Cohep, lamentó que durante estos dos años el Congreso Nacional no contara con una agenda económica para la generación de empleo.
Dijo que, aunque los datos de empleo en Honduras parecen haber mejorado en 2023, estos no se ven reflejados en la economía. Agregó que es consciente de que el sector privado es el encargado de crear empleo; pero que tanto el Gobierno como los legisladores pueden generar facilidades para apoyar al sector empresarial con la misión de crear oportunidades para esos 2.4 millones de hondureños que enfrentan problemas de empleo.
