El Congreso de los Diputados español dio su primera luz verde ayer a un presupuesto de austeridad excepcional del gobierno conservador de Mariano Rajoy que, aprobado en solitario gracias a su mayoría absoluta, pudo rechazar las enmiendas a la totalidad presentadas por los demás partidos.
Las diez enmiendas presentadas fueron rechazadas por 182 votos en contra y 156 a favor.
El gobierno de Rajoy no obtuvo el apoyo de los nacionalistas conservadores catalanes de CiU, al término de un acalorado debate parlamentario sobre unos presupuestos de rigor destinados a reducir el déficit público de 8.5% a 5.3% este año.
CiU, que cuenta con 16 escaños en el Congreso y preside el gobierno regional de Cataluña, criticó duramente el presupuesto, considerando que es injusto con las comunidades autónomas.
“La situación económica es muy difícil y en un momento como el que estamos viviendo necesitamos un Gobierno fuerte para sacar las cuentas adelante”, declaró a la prensa Rajoy. “En este momento, hay que destacar que el Gobierno tiene fortaleza para adoptar una serie de decisiones que son buenas para España”, enfatizó.
“Aunque los efectos no se van a producir a corto plazo, estamos haciendo lo que hay que hacer, y una de las cosas más importantes es tener una amplia mayoría en la Cámara. Hay otros países en la Unión Europea que no pueden hacerlo”, agregó Rajoy.
Tranquilidad europea
El gobierno español abundó en declaraciones y reformas para intentar tranquilizar a sus socios europeos y a los mercados financieros, inquietos sobre la capacidad del país para reducir su déficit y un desempleo récord de casi 23%. En el punto de mira, las comunidades autónomas deben reducir su déficit este año a un 1.5% del PIB frente al 2.94% que alcanzaron en 2011. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, insistió que el gobierno central actuará contra las regiones que no cumplan los objetivos.