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Las mujeres en el sistema financiero

  • 24 septiembre 2018 /

Una mayor inclusión de las mujeres, tanto a nivel de usuarias o proveedoras o en puestos de liderazgo, traería beneficios económicos y sociales además de reducir la desigualdad de género.

    Tegucigalpa, Honduras

    Una reducción de la brecha de género fomentaría una mayor estabilidad del sistema bancario e impulsaría el crecimiento económico. Además, contribuiría a mejorar la eficacia de la política monetaria y fiscal, concluye un estudio reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

    Es decir que “una mayor inclusión de las mujeres en cuanto usuarias, proveedoras y reguladoras de servicios financieros comportaría beneficios más allá de solucionar la desigualdad de género”.

    De acuerdo con los resultados de una encuesta del FMI publicada este año, en 2016, solo el 40%, en promedio, de los depositantes y prestatarios de los bancos eran mujeres. “Estos datos agregados ocultan enormes variaciones según la región y el país. Por ejemplo, en Brasil las mujeres representaban el 51% de los prestatarios, mientras que en Pakistán eran solo el 8%”, detalla la publicación.

    Este organismo multilateral da ejemplos de cómo se generan los beneficios con la participación de la mujer. Como en Kenia, donde las mujeres comerciantes que abrieron una cuenta bancaria básica invirtieron más en sus negocios, o en Nepal, país en el que los hogares encabezados por mujeres gastaron más en educación tras abrir una cuenta de ahorro.

    Puestos de liderazgo

    Persisten las brechas de género entre la representación masculina y la femenina en puestos de liderazgo dentro de los bancos y agencias de supervisión bancaria de todo el mundo.

    El FMI subraya que menos del 2% de los directores ejecutivos de instituciones financieras y menos del 20% de los miembros de sus directorios ejecutivos eran mujeres. La proporción de mujeres en directorios de agencias de supervisión bancaria también era reducida y solo alcanzaba un promedio del 17% en 2015.

    Los países de África subsahariana presentaron las cuotas más altas de mujeres ejecutivas bancarias, mientras que las más reducidas se registraban en América Latina y el Caribe. En tanto, las economías avanzadas se situaban en el medio.

    “La brecha de género en materia de liderazgo sí marca la diferencia en términos de estabilidad financiera. Los bancos con una cuota superior de mujeres en su directorio disponían de mayores reservas de capital, una proporción inferior de préstamos en mora y una mayor resistencia a las tensiones”, afirma el estudio