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Cuándo debe preocuparse por el fracaso y cuándo no

  • 29 febrero 2016 /

Conozca los tres factores que derivan las fallas sistemáticas de los empleados

Washington, Estados Unidos.

Todos fallamos. Quizá no contestemos la llamada de un cliente debido a una reunión de trabajo de emergencia o tal vez faltemos a esa reunión porque otro proyecto repentinamente se volvió urgente.

Y cuando nosotros o alguien de nuestra familia enferma, tenemos que volver a cambiar prioridades.

Estas fallas no sistémicas son benignas. Simplemente reflejan el hecho de que todos tenemos recursos limitados.

Mucho más problemática es la falla sistémica, que sucede cuando se tiene una meta que nunca se alcanza. La meta puede ser de largo plazo, como escribir un libro o solicitar una beca, o podría ser diaria, como hacer más ejercicio y comer más sano.

Las fallas sistémicas normalmente se derivan de alguna combinación de los siguientes tres factores:

1. Presiones de corto plazo. La mayoría nos sentimos atraídos a alcanzar metas urgentes de corto plazo en lugar de destinar tiempo a proyectos de largo plazo.

La gente que alcanza sus metas de largo plazo hace espacio regularmente para avanzar en ellas, como por ejemplo destinando tiempo por semana a escribir ese libro.

2. Ambientes hostiles para nuestras metas. Sin siquiera notarlo, a menudo hacemos lo más fácil en lugar de hacer lo más importante.

El correo electrónico es un excelente ejemplo. Cada mensaje nuevo es una invitación para dejar de hacer lo que estamos haciendo. Simplemente desactivar el correo electrónico unas horas al día puede eliminar esta distracción de su ambiente de trabajo.

3. Trabajar demasiado. Muchos lugares de trabajo crean la presión de quedarse en la oficina durante más y más horas, lo que (paradójicamente) crea oportunidades para el fracaso sistémico.

La mayoría de la gente tiene un número óptimo de horas para trabajar al día. Por ejemplo, puedo ser productivo solo durante ocho o nueve horas. Conozca su propia capacidad.

Después, esfuércese por trabajar mientras está en la oficina y por no trabajar cuando no lo esté. De esa forma, siempre tendrá el tiempo y la energía que necesita para alcanzar sus metas no laborales.

(Art Markman es profesor de Psicología y Marketing de la Universidad de Texas en Austin).