San Pedro Sula, Honduras.
Organizaciones que conforman la Concertación Regional de Mujeres por un Trabajo Digno participaron esta semana en un conversatorio para abordar diferentes temáticas ligadas a la industria textil.
Con la excepción de Honduras, en Nicaragua, Guatemala y El Salvador, las mujeres representan hasta el 90% de la mano de obra del sector.
En tanto, marcas y consumidores a nivel mundial han adoptado una mayor cultura por adquirir prendas fabricadas de forma responsable.
“En Europa y Estados Unidos hay mayor conciencia del consumidor sobre este tipo de realidades. Considero que a espacios como la Concertación nos toca sensibilizar hacia las personas que compran”, sostiene la salvadoreña Montserrat Arévalo, directora ejecutiva de Mujeres Transformando.
Agrega que los consumidores deben exigir que los productos comprados sean de buena calidad y en un marco de respeto a los derechos laborales. “Esto último considero que a nivel de la región es muy incipiente. Tenemos que seguir promoviendo esta cultura de responsabilidad”.
La producción de ropa se duplicó desde el año 2000 a 2014 y el número de modelos comprados por el consumidor global subió un 60%.
Organizaciones que conforman la Concertación Regional de Mujeres por un Trabajo Digno participaron esta semana en un conversatorio para abordar diferentes temáticas ligadas a la industria textil.
Con la excepción de Honduras, en Nicaragua, Guatemala y El Salvador, las mujeres representan hasta el 90% de la mano de obra del sector.
En tanto, marcas y consumidores a nivel mundial han adoptado una mayor cultura por adquirir prendas fabricadas de forma responsable.
“En Europa y Estados Unidos hay mayor conciencia del consumidor sobre este tipo de realidades. Considero que a espacios como la Concertación nos toca sensibilizar hacia las personas que compran”, sostiene la salvadoreña Montserrat Arévalo, directora ejecutiva de Mujeres Transformando.
Agrega que los consumidores deben exigir que los productos comprados sean de buena calidad y en un marco de respeto a los derechos laborales. “Esto último considero que a nivel de la región es muy incipiente. Tenemos que seguir promoviendo esta cultura de responsabilidad”.
La producción de ropa se duplicó desde el año 2000 a 2014 y el número de modelos comprados por el consumidor global subió un 60%.
