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Botín empieza a dejar su marca en Santander

  • 25 noviembre 2014 /

Botín, quien fue nombrada presidenta en septiembre, también ascendió a uno de sus principales lugartenientes, José García Cantera, al cargo de director financiero.

España.

Banco Santander SA sustituyó a su presidente ejecutivo por su director financiero y realizó varios cambios en su junta directiva, en la primera gran reorganización gerencial desde que Ana Botín asumió la presidencia tras la muerte de su padre. Javier Marín, cuyas diferencias con Botín eran sabidas fuera del banco, dejará Santander después de menos de dos años como presidente ejecutivo (consejero delegado en España) y será reemplazado por José Antonio Álvarez, anunció la entidad. La empresa no dio los motivos de la salida de Marín pero expresó el agradecimiento de Botín “por la gran labor que ha desarrollado durante 23 años en el banco y muy especialmente durante su etapa como consejero delegado”.

España.

Botín, quien fue nombrada presidenta en septiembre, también ascendió a uno de sus principales lugartenientes, José García Cantera, al cargo de director financiero. García Cantera fue presidente ejecutivo de Banesto, otrora filial de Santander, cuando Botín presidió ese banco. Ejecutivos de la banca española dicen que es un aliado cercano de Botín.

Los cambios del martes demues tran el deseo de Botín de establecerse como una presidenta poderosa, transformar una junta que su padre, Emilio Botín, había formado a lo largo de décadas y sacar al presidente ejecutivo que él había designado en abril de 2013. Sus nombramientos llegan después de críticas de analis tas e inversionistas de que los viejos aliados y contemporáneos de su padre tenían una presencia demasiado fuerte en la junta.

Aunque banqueros, analistas e inversionistas dicen que esperaban que Botín dejara su propia marca en Santander, la reorganización llegó más rápido de lo que muchos habían anticipado. Cuando asumió Botín, su mensaje era de continuidad y respaldó públicamente a Marín en su cargo de presidente ejecutivo. Sin embargo, en ocasiones antes de la muerte de Emilio Botín, Marín y ella chocaron por temas estratégicos, según una fuente al tanto. Banqueros españoles dijeron el martes que en los círculos financieros de Madrid y Barcelona se hablaba de que había tensiones entre ambos ejecutivos yn que habían empeorado cuando Botín asumió las riendas de Santander.

Este mes, Botín dio una señal de que estaba dispuesta a sacar a los aliados de su padre del banco. El 14 de noviembre, Santander disolvió su consejo asesor, que Emilio Botín había creado hace 17 años.

El consejo se reunió dos veces en 2013 y estaba integrado por poderosas figuras de los círculos financiero y político. La decisión distanció al banco de Rodrigo Rato, uno de sus miembros y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional que es blanco de varias investigaciones judiciales en España. Días antes, Marín había esquivado una lluvia de preguntas de periodistas sobre por qué Rato continuaba en el consejo pese a las investigaciones.

Una serie de pesquisas, abiertas hace dos años, se centran en su gestión al frente de Bankia SA, el colapsado banco que recibió 22.400 millones de euros (US$27.900 millones) de fondos de rescate de la Unión Europea en 2012. En las últimas semanas, un juez empezó una investigación sobre si Rato y varias decenas de ejecutivos de Bankia y Caja Madrid, la mayor de las siete cajas de ahorro que se fusionaron para formar Bankia, habían utilizado indebidamente tarjetas de crédito emitidas por la empresa para compras personales, aparentemente sin informar a las autoridades tributarias. Rato ha negado las acusaciones y dijo que ha devuelto el dinero que gastó con la tarjeta de crédito de la empresa. Santander afirmó que el consejo asesor fue disuelto porque el banco decidió reformular sus relaciones de asesoría institucionalizadas “a la luz de los cambios que se han producido en la situación global y que van a continuar en la próxima década”.
Botín también ha cambiado el título del cargo que heredó de su padre, así como la forma en que de sea que la llamen, en un intento por presentarse como la máxima ejecutiva de un banco global.

Aunque fuera de España es a menudo llamada Ana Botín, en su país era conocida como Ana Patricia Bo- tín. Hasta hace unos meses, un sitio web de Santander se refería a ella como Ana Patricia Botín. La página
ahora la describe como Ana Botín.

El personal de Botín dice que prefiere que la llamen consejera ejecutiva, en contraste con su padre, que era conocido simplemente como presidente. Los empleados dicen que el término “ejecutiva” es necesario porque en algunos países el título de presidente de la junta puede ser no ejecutivo. En España, presidente implica un cargo ejecutivo. El consejero delegado de Santander es más como un director operativo. El anuncio del martes incluyó cuatro reemplazos más en la junta directiva.

Francisco Riquel, analista de la firma de servicios financieros madrileña N+1, escribió en un informe que no cree que el proceso de “cambio generacional” haya terminado y que espera más cambios en los próximos meses. Añadió que no prevé que es tas medidas produzcan cambios significativos en la estrategia del banco. Álvarez, el nuevo consejero delegado, se ha desempeñado durante 10 años como director financiero y, al igual que Botín, tiene 54 años.