05/12/2025
09:41 AM

Argentina, con un mes de plazo para evitar otra cesación de pagos

El enfren­tamiento de Argentina con un reducido grupo de fondos de co­bertura rebeldes acaba de en­trar en una fase crítica.

Buenos Aires, Argentina.

El enfren­tamiento de Argentina con un reducido grupo de fondos de co­bertura rebeldes acaba de en­trar en una fase crítica. El país sudamericano dejó pasar el lu­nes sin pagarles a los acreedo­res y abrió así un período de gracia de 30 días para evitar caer en su segunda cesación de pagos en 13 años.

Los tribunales estadouni­denses impidieron que Argen­tina realizara un pago de intere­ses programado para el último día de junio a menos que tam­bién le pagara a un grupo de fondos que no aceptaron los canjes de deuda ofrecidos por el gobierno argentino en 2005 y 2010. Si Argentina no llega an­tes del 30 de julio a un acuerdo con los fondos rebeldes, cono­cidos como holdouts, caerá en un default sobre su deuda rees­tructurada.

Ambas partes participaron en conferencias telefónicas con un mediador designado por un tri­bunal a fines de la semana pasa­da, pero el lunes parecían estar muy lejos de alcanzar un acuer­do. Elliott Management Corp., que opera NML Capital Ltd., uno de los holdouts, dijo en un comu­nicado enviado por correo elec­trónico que en la actualidad no hay conversaciones y que Argen­tina se ha negado a negociar.

Mark Brodsky, fundador de Aurelius Capital LP, otro de los holdouts, manifestó en una de­claración por separado que “el gobierno argentino se niega si­quiera a reunirse”. El Ministe­rio de Economía de Argentina así como abogados de la firma Cleary Gottlieb Steen & Hamil­ton, que representa al país, de­clinaron comentar al respecto.

A pesar de la posibilidad de caer en una cesación de pagos en un mes, los bonos argentinos se están cotizando a niveles que sugieren que los inversionis­tas confían en que el país y los acreedores que lo demandaron alcanzarán un acuerdo. Los bo­nos de Argentina en dólares que vencen en 2033, cuyo interés de­bía ser pagado el lunes, se tran­saban a US$0,84 por dólar, un poco menos que los US$0,852 del viernes. El rendimiento, que se mueve en dirección opuesta a los precios, ascendió a 10,45% desde 10,26% el viernes.

Gorky Urquieta, codirector de deuda de mercados emer­gentes en Neuberger Berman, mantiene una variedad de bo­nos argentinos en su cartera y dice que una venta generalizada podría ofrecer oportunidades de compra. El gestor espera que el país resuelva sus diferencias con los acreedores antes de en­trar en cesación de pagos. “Me gusta el hecho de que Argentina está contra la pared”, dice. “Eso va a hacer que se sienten en la mesa” a negociar.

Las tres grandes agencias de calificación de crédito, Stan­dard & Poor’s Ratings Services, Fitch Ratings y Moody’s Inves­tors Service han indicado que si Argentina no hace un pago del interés no quiere decir que su calificación será reducida en forma automática a la categoría de default. S&P y Fitch han ma­nifestado que podrían rebajar la calificación de la deuda argen­tina en cualquier momento du­rante un período de gracia de 30 días, dependiendo del avan­ce de las negociaciones.

Argentina ha señalado en reiteradas ocasiones durante su larga batalla con los acree­dores que un pacto abriría la puerta a una avalancha de nue­vos reclamos que, según sus cálculos, podrían exceder los US$120.000 millones y llevar al país a la bancarrota.

Algunos analistas, no obs­tante, estiman que la cifra po­dría ser mucho menor. Argen­tina ha llamado repetidamente a los fondos de cobertura “bui­tres” e indicado que sus es­fuerzos equivalen a una “ex­torsión”.

De todas maneras, algunos funcionarios del gobierno, in­cluida la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, han manifestado recientemente su disposición a conversar con los holdouts.

Una corte distrital de Esta­dos Unidos nombró la semana pasada al abogado Daniel Po­llack para conducir las nego­ciaciones entre Argentina y los fondos rebeldes.

Abogados de ambas partes tomaron parte en conferencias telefónicas efectuadas el vier­nes y el sábado dirigidas por Pollack, según fuentes bien in­formadas. Pollack confirmó la realización de las conferencias telefónicas.

En ambas teleconferencias, los abogados de Argentina soli­citaron que la Justicia aplazara la ejecución del fallo que pro­híbe el pago a los acreedores de deuda reestructurada como condición para empezar a nego­ciar, dijo una persona al tanto. Un juez del Distrito de Nueva York rechazó un pedido simi­lar la semana pasada.

Sin embargo, los inversio­nistas dicen estar seguros de que habrá una resolución por­que Argentina no puede darse el lujo de volver a entrar en una cesación de pagos.

Un nuevo default podría ser desastroso para una economía que muchos analistas dicen en­tró en recesión este año debido a una inflación galopante y a la escasez de dólares. Las reser­vas de divisas del banco central argentino, que el gobierno usa en parte para pagar sus deudas, rondan los US$29.000 millones, su nivel más bajo de los últimos siete años y medio.