El presidente del Marathón, Orinson Amaya, explotó al final del partido que su equipo quedó eliminado tras un polémico penal pitado por Geovani Mendoza a favor del Motagua en el último minuto del juego en el estadio Nacional.
Amaya no quedó nada contento con el arbitraje de Mendoza, que en el minuto 90 señaló como penal una falta de Israel Silva sobre Héctor Castellanos y Román Rubilio Castillo marcó el gol que dio la clasificación a los azules.
'Hablemos del partido, vengo a felicitar a mis jugadores porque se portaron como unos grandes guerreros, fueron superiores a Motagua pero así no se puede competir. Me siento asaltado y robado, ese árbitro es un sinvergüenza y no es posible que jueguen con todo el sacrificio que uno hace y se lo van a robar en un minuto', añadió.
Amaya alabó a su equipo: 'Me siento orgulloso del equipo y de mis jugadores porque hicieron un trabajo extraordinadio, yo sabía que el equipo iba a ganar pero con ese tipo de arbitraje no se puede'.
Por último dijo que 'decepciona ese tipo de arbitraje porque si vamos a estar trabajando el otro torneo y sigue este tipo de arbitraje con estos sinvergüenzas no se puede'.