Tegucigalpa, Honduras.
Los futbolistas del Marathón se fueron encima del árbitro reclamando la decisión que tomó. Después de varios minutos, Román Rubilio Castillo cobró el lanzamiento y venció al guardameta John Bodden.
El Marathón ha dejado una vergonzosa imagen durante el partido de vuelta del repechaje a semifinales ante el Motagua cuando tras un gol de penal de los azules los jugadores verdolagas abandonaron el campo antes de que el árbitro pitara el final del juego en el estadio Nacional.
La polémica fue en el minuto 90, el brasileño Israel Silva derribó dentro del área a Héctor Castellanos y el juez central Geovany Mendoza no dudó en pitar la falta desde los doce pasos.
Celebración de los motagüenses y mientras ocurría eso, los marathones dejaron la cancha sin que Mendoza pitara el final del encuentro y algunos miembros del Marathón rodearon al árbitro y lo agredieron.
