Fort Lauderdale, Estados Unidos.
Su cara de malo esconde muchos sueños aún sin cumplir. Su carácter fuerte es el fiel reflejo de que nadie le ha regalado nada. Víctor Bernárdez, defensa de la Selección, ya tiene decidido retirarse de la Selección Nacional tras el Mundial de Brasil 2014 y no hay nadie que lo haga cambiar de opinión.
“Ya lo dije antes; seré agente de jugadores. Quiero ser un representante de futbolistas, pero de los buenos, no de los que solo velan por su bienestar y dejan a la deriva al que hace realmente el trabajo”, comienza diciendo.
“La decisión se debe a que veo muchas injusticias contra hondureños y eso me ha hecho pensar que si bien es un gran negocio, también es una vía para ayudar a los que necesitan una mano para mostrarse en el exterior”.
Cuando era niño, Bernárdez sabía que el fútbol era una salida para las limitaciones económicas, pero como un infante alegre que solo se preocupaba por ver feliz a su familia, soñaba con ser alguien. No sabía a qué profesión se dedicaría, pero ser empresario siempre estuvo en su mente.
“Es algo que soñé y ahora que puedo lo voy a cumplir y estando en la Selección no me quedaría tiempo. Aquí las cosas son distintas, nos entrenamos y tenemos oportunidad de prepararnos. Ya tengo a varios hondureños en cartera. La MLS podría ser un buen destino. A la vida hay que buscarle de todo. Quiero hacer esto mientras sigo jugando porque así se valoran más las cosas. Sé que muchas veces si alguien tiene talento, pero no tiene quien lo aconseje y le ayude a alcanzar sus metas, se pierde. Sufrí mucho, pero nunca dejé de trabajar y por eso he llegado adonde estoy”.
EJEMPLO DE SUPERACIÓN
Llegar al éxito nunca fue fácil para Muma Bernárdez. Siempre fue un tipo al que le tocó luchar para lograr lo que tiene. Es de esos futbolistas a los que el don de estrella les llegó tras muchos años de quemarse y entrenarse incluso más que el resto.
“A Muma Bernárdez nadie puede decir que le regaló algo. Me mentalicé en mejorar siempre, dar lo máximo en los entrenamientos. Desde joven sabía que para ser alguien debía superar muchas barreras. Me faltan algunas todavía, pero ninguna me vencerá. Mi madre me aconsejaba siempre. Cuando no hacía las cosas correctas me daba mis jalones de oreja y eso se lo agradezco porque sin ella nada de lo que he alcanzado hubiera sido posible”.
Sobre el Mundial afirmó: “A Honduras no le ven posibilidades. Vamos por nuestra revancha. En Sudáfrica nos fue mal, pero en Brasil todo será diferente. Podemos ser una de las sorpresas”.
