Allans Vargas se convirtió en el villano de su propio equipo tras provocar su expulsión, dejando con 10 hombres al Marathón en el Clásico sampedrano contra el Real España en el estadio Morazán.
El defensa verdolaga no midió su fuerza y entró con un tremendo planchazo sobre Carlos Bernárdez ante la mirada del árbitro Melvin Matamoros, quien no dudó y le mostró la tarjeta roja directa.
Los jugadores del Monstruo reclamaron sin parar al juez central, pero la decisión ya estaba tomada. Vargas se fue a las duchas temprano en el juego y el delantero del Real España quedó lastimado de su rodilla.
Producto de esa falta, Jhow Benavídez cobró un tiro libre que tapó el portero Luis Cruz, enviando al córner y en la siguiente jugada cayó el primer gol del Real España con un cabezazo de Kevin Álvarez, tras el centro que lanzó Alejandro Reyes.
Los aurinegros terminaron ganando el Clásico con un marcador de 2-0. El segundo tanto lo marcó Jhow Benavídez con un disparo lejano que no pudo detener Cruz.
