Tras la derrota del FC Barcelona en el clásico, los jugadores mostraron su buen perder y no tuvieron reparos en saludar a sus rivales. Algunos intercambiaron las camisetas como los compañeros de selección Busquets y Sergio Ramos o Rakitic con Modric.
El encuentro en el Camp Nou llegaba con los blaugranas como favoritos, pero los viajes de los jugadores por los compromisos con las selecciones tuvieron consecuencias físicas y el tridente no fue tan decisivo.
Los de Luis Enrique hacen borron y cuenta nueva y ya piensan en el partido de cuartos de final de Champions League contra el Atlético de Madrid.