30/04/2024
12:50 AM

El 'General” Walter López y su último saludo

San Pedro Sula, Honduras.

Walter López era casi un niño y un obsesionado por el fútbol cuando decidió emigrar de su pueblo natal, La Labor, Ocotepeque, para buscar su sueño, que no era otro más que el de ser jugador profesional.

Alentado por amigos que reconocían en el adolescente un gran jugador en potencia, estos lo estimularon para que se fuera a probar a un equipo en el que se le diera la oportunidad de jugar en primera división. Un día tomó su mochila, sus propios tacos y se fue directamente a Puerto Cortés en busca de su sueño, sin imaginarse que le cerrarían las puertas en la cara una y otra vez.

El General, apodo con el cual se le conocería después por tener el mismo nombre del militar hondureño Walter López Reyes, tuvo que realizar cuatro intentos para, por fin, ser aceptado con el Platense de Puerto Cortés.

“Es alguien que siempre pongo como ejemplo a mis jugadores, porque ese muchacho no se rindió y fue bastante perserverante para lograr su objetivo, y al fin lo consiguió”, cuenta Hermelindo Cantarero, extécnico de las reservas del Plantense con el cual compartía un cuarto junto con otros jugadores selacios.

Foto: La Prensa

Una vez que le apodaron el General, Walter López festejaba sus goles haciendo el saludo militar
Aparte de su perseverancia, sus condiciones innatas de velocidad y potencia le valieron al muchacho para incursionar en el primer equipo a partir de 2007, con el que alcanzó a disputar la final de una Supercopa contra el Motagua. Era un jugador con mucha técnica, muy inteligente para jugar que le gustaba encarar.

Más tarde, escauteadores europeos vinieron a Honduras y vieron las condiciones del jugador platensista, el que solía desempeñarse tanto de lateral derecho como de volante de contención. Fue así que el Venado, como también se le apodaba por su velocidad, emigró a Austria, siendo su primer equipo extranjero el Bad Bleiberg, adonde participó en dos temporadas para después pasar al Salzburgo de ese mismo país adonde tuvo una regular actuación.

Para la temporada 2002 regresó a Honduras y fue el Marathón que le abrió las puertas por recomendación del técnico verdolaga Chelato Uclés, quien ya había dirigido al jugador en Platense. Esa temporada, López celebró su primer campeonato de Liga Nacional con los verdes venciendo en la final al Motagua. Posterior a la partida de Chelato, llegó al equipo el técnico argentino Miguel Ángel Lemme, y según el exutilero verdolaga Cristhian Caballero ahora convertido en entrenador; López, si bien era una persona agradable y bromista, también tenía su carácter, en la cancha no le gustaba perder.

Foto: La Prensa

Walter Lopez siempre fue una persona muy alegre y jovial.
Un par de temporadas después, el General decidió aceptar el ofrecimiento del Olimpia, con el que entre 2004 y 2007 conquistó cuatro campeonatos de Liga. Ese mismo (2007) fue el otro equipo de la capital, el Motagua, que se interesó en los servicios del jugador, y la apuesta resultó bien para los azules y el futbolista porque en ese torneo, aunque no lograron el título nacional al perder con Marathón la final, se proclamaron por primera y única vez en su historia campeones de la Uncaf.

Para la temporada 2008-2009 regresó al Tiburón con el que disputó la final de Copa, que perdieron contra las águilas. López después pasó a conformar otros equipos como el Deportes Savio, Peñarol La Mesilla, de Guatemala, y el Cobán Imperial de ese mismo país, donde terminó su carrera profesional en 2012.

El General También formó parte de diferentes selecciones nacionales, incluyendo la Sub-23, que clasificó a los Juegos Olímpicos de Sidney Australia, que dirigía Ramón el Primitivo Maradiaga. Tras pasar con éxito por los mencionados equipos decidió retirarse hace dos años; pero la muerte lo sorprendió al ser asesinado en Guatemala. Ahora el General hará el saludo en el cielo.