El jugador brasileño, Dani Alves, está pasando por uno de los momentos más duros de su carrera tras ser detenido y enviado a prisión por presunta agresión sexual a una mujer en discoteca.
Alves fue trasladado el pasado lunes a una prisión con módulos más pequeños cerca de Barcelona, para “garantizar la seguridad y la normal convivencia” en el centro, informaron fuentes penitenciarias.
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Más tarde, el futbolista cambiaría su equipo de abogados, Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, con el que dejó claro su postura sobre recibir familiares estando en prisión.
Por el momento, Dani Alves habría tomado la decisión de no recibir visita de sus padres, en especial, de su madre Lucía, quien está hospedada en un hotel de Barcelona.
El futbolista no quiere que su mamá lo vea en prisión, ya que “asegura sentir vergüenza” de que la persona que le dio la vida lo vea en esa situación, tras las rejas.
El exjugador del Barcelona fue trasladado a otra prisión y posteriormente fue ubicado en el módulo donde hay acusados por delitos de índole sexual.
Por lo tanto, Dani Alves le habría pedido a sus nuevos abogados no recibir la visita de sus padres a prisión. Diez días han pasado desde que fue detenido y encarcelado por presunta agresión sexual a una chica de 23 años.
