Quince años después de comenzar su ambicioso y multimillonario proyecto, el Manchester City por fin tiene la preciada ‘Orejona’ tras vencer al Inter de Milán.
Un gol del español Rodrigo Hernández, decidió una anodina final y entregó la gloria europea a su compatriota Pep Guardiola, que por fin puede presumir del tercer título continental en su palmarés y de un triplete histórico para el fútbol inglés.
Terminó la maldición en esta competición del Manchester City, que estalló en alegría cuando el disparo de Rodri, a poco más de media hora para el final, besó la red. Un envío delicado, para salvar a los jugadores del Inter agrupados frente a la portería, pero con la potencia de querer derribar de una vez por todas la barrera mental de este equipo en la competición más importante.
En un duelo en el que el City, claramente favorito, sufrió lo indecible y perdió a su cerebro Kevin de Bruyne por lesión en la primera parte, el técnico Pep Guardiola pudo ganar también su primera Champions lejos de Barcelona, donde había logrado los títulos en 2009 y 2011.

ACCIONES
El habitual 3-5-2 dispuesto por Simone Inzaghi, creaba muchos problemas. La tela de araña italiana parecía engullir a la máquina de fútbol y de goles del City.
El equipo de Pep Guardiola encontraba dificultades y el nerviosismo del equipo inglés era latente, con su portero brasileño Ederson titubeante en algunas acciones.
Eso no impidió al City gozar de la mejor ocasión en los primeros compases, con una internada por la derecha del portugués Bernardo Silva, cuyo disparo pasó cerca de la portería italiana.

Pero esa oportunidad del City parecía un hecho aislado. El conjunto inglés no se imponía. No era el equipo que había ganado la Premier y la FA Cup y que había anotado 31 tantos en doce partidos en Champions. Se veía a un City desconocido y nervioso contra un Inter cómodo y envalentonado.
Una genialidad de De Bruyne en forma de pase a Haaland en el minuto 27 que terminó con disparo del noruego al cuerpo del portero camerunés del Inter, André Onana, pareció devolver las esperanzas al City.
La preocupación aumentaba con la sustitución de uno de sus hombre claves, De Bruyne, lesionado, que dejaba su plaza en el minuto 36 a Phil Foden.

Si el City había perdido a su jugador belga, el Inter hizo uso del suyo, Romelu Lukaku, en el minuto 56, sustituyendo al bosnio Edin Dzeko en el ataque para acompañar al argentino Lautaro Martínez.
Precisamente el rioplatense, apagado hasta ese momento, aparecíó en el minuto 58, aprovechándose de un pase hacia atrás del City para quedarse solo ante Ederson, pero su disparo fue despejado por el portero brasileño.
Pero el fútbol no es una ciencia exacta y cuando parecía estar en peor situación, sin De Bruyne, surgieron los otros dos centrocampistas de altos vuelos del City. Bernardo Silva hizo una incursión por la derecha y su pase hacia atrás fue rematado por Rodri a la red en el minuto 68.

El Inter no se rindió y tuvo su mejor ocasión dos minutos después, con un renate de Demarco al larguero. El rebote lo volvió a rematar el propio centrocampista italiano, pero su intento se encontró con el cuerpo de su compañero Lukaku.
Fue el último cartucho del Inter, que deberá esperar para ganar su cuarta Champions, en una temporada europea sin fortuna para el fútbol italiano, que vio también perder la final de la Europa League a la Roma y la Conference a la Fiorentina.

FICHA TÉCNICA:
1 - Manchester City: Ederson; Akanji, Dias, Stones, Aké; Rodri, Gundogan, De Bruyne (Foden, m.35); Grealish, Bernardo y Haaland.
0 - Inter de Milán: Onana; Darmian (D’Ambrosio, m.84), Acerbi, Bastoni (Gosens, m.76); Dumfries (Bellanova, m.76), Barella, Brozovic, Calhanoglu (Mkitaryan, m.84), Dimarco; Dzeko (Lukaku, m.57) y Lautaro

Gol: 1-0, m.68: Rodri.