Poznaa, Polonia.
El fútbol europeo se está movilizado para ayudar económicamente a los millares de refugiados que están llegando al continente desde Siria y otros países. Sin embargo, no todos los clubes están contando con la comprensión y la ayuda de sus aficionados.
Uno de ellos es el Lech Poznan polaco, que este jueves sufría el boicot de sus aficionados en el primer partido de la UEFA Europa League, correspondiente al Grupo I, ante el Belenenses portugués
Los aficionados del Lech Poznan rechazan a los refugiados. Ante la medida de la UEFA, que establece que los clubes de la Europa League han de donar un euro por entrada vendida para colaborar con las víctimas de la guerra y el hambre en Siria, los seguidores del club polaco decidieron no asistir al partido, como forma de protesta.
El público del Poznan cuenta con una de las faccciones ultras más violentas de Europa conocido con el sobrenombre de 'Terror Machine' (Máquina de terror).
Estos se organizaron para no acudir al primer encuentro europeo de la temporada y dejaron clara su postura con pancartas 'antirefugiados' en las gradas del INEA Stadion.
El encuentro, al que tan solo acudieron 8.000 personas, terminó con un triste empate a cero goles.
