Quieres varios hijos, ¿tu pareja lo sabe?

Expertos afirman que es un grave error que las parejas no toquen durante el noviazgo el tema de tener o no hijos. Este tema puede ser motivo de ruptura a futuro si ambos no comparten los mismos intereses.

Pocas son las personas que abren el tema con la pareja sobre si quieren o no tener hijos, cuántos y cuándo. Un grave error, consideran especialistas en psicología, pues la planificación incide en el bienestar de la relación y en la inversión que a futuro se haga en la familia.

”No hablar del tema de los hijos es un error gigantesco, cuando uno se enamora, le prestas atención a todo menos a este compartir metas y expectativas sobre la maternidad y la paternidad. Se forman parejas basados en el mito de que el amor lo transforma todo, de que hay que seguir un guión, que todos van a querer ser padre o madre, y puede que para alguno de los dos no sea una meta”, advierte Tania Rocha, profesora e investigadora de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Para Christiane Regatto, psicoterapeuta, el tema debería ser determinante. “Por eso son pocos los valientes que se dedican a hablarlo, se evitan una separación prematura si tienen puntos de vista opuestos o no saben negociar”, asegura.

Que cada miembro de la pareja haga una reflexión al respecto y la exponga con la pareja es parte de la planificación familiar, juntos podrían elegir el método anticonceptivo acorde a sus circunstancias. Esto, coinciden las psicóloga, sería el panorama ideal.

En su práctica clínica y de investigación, Rocha ha identificado dos tipos de parejas: a las que les toma por sorpresa el embarazo e improvisan la solución para asumirlo, y las que esperan el momento ideal para tener un hijo.Si bien biológicamente la edad recomendada por los médicos para que las mujeres sean madres abarca de los 25 a los 35 años, ahora es posible extenderla más allá de los 40 con apoyo de expertos en reproducción.

Entre las parejas que postergan la llegada de un hijo, sería importante entender que no existe el “momento ideal”, sino que puede ser cuando ambos estén claros que quieren ser padre y madre, y, “en términos emocionales, tener la disposición de compartir tiempo y espacio”.

El impacto de la decisión es tal, que existen datos de que la planificación familiar incide en la calidad de vida de los hijos: “Además del impacto positivo en las vidas de las jóvenes, redunda en una reducción de la pobreza en 5 por ciento en el ámbito rural y 4 por ciento en el urbano (...) debido a que el uso de métodos anticonceptivos reduce el número de embarazos no deseados, y aumenta la inversión en el desarrollo de las y los hijos planeados”, comenta Diego Palacios, representante en México del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

”Algo fundamental que no tiene que ver con la edad, es que las parejas hayan tenido el tiempo suficiente de conocerse e identificar cómo está su relación, porque a veces los hijos se tienen creyendo que llegan para llenar el hueco, espacio o ausencia que se da en la relación de pareja, o se usa como acción extrema para llamar atención de la pareja”, explica Rocha.

Lea: 7 pasos para tratar un tema difícil con tu pareja

Entre las parejas que postergan la llegada de un hijo, sería importante entender que no existe el “momento ideal”, sino que puede ser cuando ambos estén claros que quieren ser padre y madre, y, “en términos emocionales, tener la disposición de compartir tiempo y espacio”.

Diferencias

Un caso común de discordancia es cuando la mujer prefiere retrasar la maternidad para poder realizar proyectos profesionales y su pareja piensa que una vez casados, lo que sigue es tener hijos; o que ella piense que se casan para tener hijos y él prefiera esperar, comenta Regatto.

En la experiencia de Rocha, el contexto donde viven las parejas también determina la decisión de en qué momento enrolarse en la maternidad-paternidad. Por ejemplo, según estudios en proceso de la investigadora de la UNAM, se nota una tendencia entre las parejas universitarias:

“A los chicos ahora les interesa más la posibilidad de ser papás para ejercer una paternidad más acogedora y cálida que la que ellos recibieron; y ellas dicen: ‘primero quiero mi desarrollo profesional’.

Hacer explícita la posición de ambos respecto a la reproducción, da más información sobre cómo es el otro, asegura Regatto.

En orden de importancia, sugiere Regatto, se debería hablar sobre el deseo de tener o no hijos; el número que se desea; el momento para tenerlos; el espaciamiento entre un hijo y otro; qué métodos anticonceptivos se quieren usar e incluso qué harían en caso de que alguno de los dos se viera impedido biológicamente para reproducirse o de que se presentara el embarazo antes de lo planeado.”Se trata de una decisión para el resto de la vida”, afirma.

También: Cómo saber si estoy en la relación correcta