Cómo saber si estoy en la relación correcta

Enamorarse de la persona indicada no es algo que suceda de la noche a la mañana, en el amor dependen muchos factores para que sea verdadero.

San Pedro Sula

Romances verdaderos pueden haber muchos, pero solo hay uno que es único. El amor es una de las emociones que más buscamos y deseamos. Pero, también es una de las que menos entendemos. Porque solemos confundirlo con muchas cosas que no son amor. Más allá de romanticismos, el amor verdadero no es esa media naranja con la que soñamos y que esperamos que aparezca un día para resolver nuestros problemas y hacernos sentir completos.

El amor verdadero tampoco es una persona en concreto. Es una emoción usada en el momento adecuado con la o las personas adecuadas. Ya sean amigos, parejas, familiares o incluso nosotros mismos. Porque no podemos empeñarnos en amar a otros y no querer hacerlo con nosotros mismos, es decir, antes debemos amarnos para poder amar a los demás. Para el psicólogo especialista en parejas Donald Velásquez en el amor hay dos verdades irrefutables:

El verdadero amor implica el deseo inevitable de apoyar al otro para que sea todo lo que él/ella pueda y quiera llegar a ser, en respeto y libertad. Y como segundo punto, el proteger a la otra persona del daño que yo puedo llegar a hacer (porque todos nos equivocamos)”. Una cita que podríamos comprender como “estar en las buenas, malas y peores porque me importas”.

Condiciones. Cada vez que iniciamos una relación nos decimos a nosotros mismos que lo hemos encontrado. Nos embarga la ilusión, la pasión y todo ese torrente de neurotransmisores dotándonos de un sinfín de intensas emociones.

Sin embargo, al cabo del tiempo acontece algo que pone en duda esa primera afirmación, “¿será que no es nuestro amor verdadero?”, seguro que la mayoría de personas hemos pensado así. Porque para saber si estamos en la relación correcta, influyen muchos factores que debemos tener en cuenta.

“Una relación de noviazgo, pareja o matrimonio es un compromiso que implica deberes y derechos. Hay muchas personas que desean estar en una relación por los beneficios, sin considerar las responsabilidades que eso conlleva.

Antes de iniciar una relación de noviazgo es importante considerar: ¿Por qué y para qué quiero estar en una relación? ¿Qué es lo que yo estoy dispuesto a dar? ¿Tengo tiempo? ¿Estoy emocionalmente disponible? ¿Soy capaz de ofrecer una relación sana?”.

Además, agrega que para que una relación pueda ser sana, es importante pensar más en mi estado emocional primero, antes de las exigencias que yo tengo para el otro. El autoconocimiento es clave.

“Sí soy consciente de mi estado emocional, mi historia familiar, mis heridas, virtudes y defectos, etc. es más probable que pueda elegir mejor. Sin embargo, es importante aceptar que en el amor no existe la perfección ni la certeza, es un riesgo que se asume cuando se toma la decisión de amar a otro ser humano, falible, con defectos y que es incapaz de adivinar lo que pienso”.

Lea también: Señales para identificar una relación tóxica

En ocasiones el amor es tan grande que no nos deja ver las diferencias y no somos capaces de reconocer que la relación no nos lleva a nada más que sufrimiento. Así que, es importante tener en cuenta varios puntos básicos para identificar en qué tipo de relación estoy.

Como primero, el amor propio, este es vital para el desarrollo de un bienestar psicológico integral. Es la estima y la consideración que uno tiene hacia uno mismo en todo aspecto.

“El amor de pareja, es más sano cuando nace del amor propio, el respeto, la empatía y la consideración. Si no tengo amor propio, no sé lo que merezco, no puedo poner límites y elijo al otro desde la creencia de que “si no tengo pareja, no soy”. Por lo que escojo desde la necesidad. Recuerde esta frase: “Si yo siempre tengo sed, cualquier persona que me ofrezca agua, me parecerá la persona correcta”, afirma el psicólogo.

Tomarse el tiempo para conocer a la pareja. Interactuar de manera asertiva con la otra persona es fundamental, es la única forma que tenemos de conocer sus preferencias, pasatiempos, rutina diaria, forma de pensar y resolver conflictos, creencia religiosa y más.

Creer que conocemos a alguien por lo que hemos visto en sus redes sociales o por lo que nos han contado ciertas personas no es algo objetivo, es un prejuicio egoísta. “Es importante saber diferenciar entre expectativas y estándares. Para que la relación funcione, debe tener en cuenta que no podemos enamorarnos del potencial de alguien, necesitamos ser realistas y aceptar lo que vemos en la persona, ese es su verdadero ser”, detalla Velásquez.

Valores. El respeto, fidelidad, paciencia, prudencia y muchos otros valores son necesarios, ya que sin estas premisas básicas será imposible establecer un vínculo sano. “La relación se desarrolla sanamente cuando ambos tienen el compromiso de trabajar sobre el cuidado de la misma mediante la escucha activa y la atención de sus necesidades y metas”, aclara el especialista.

Por lo tanto, no podemos ignorar que intentar mejorar ciertos patrones de conducta propios se convierte en un acto de amor. No olvidemos que el amor nos brinda paz, un sosiego que nos hace sentir bien.

Compartir valores y metas debe ser prioritario, es normal y bueno tener intereses diferentes, dado que es una forma de poder complementarse, pero hay límites.

Es necesario compartir un mínimo, no solo “hobbies” como el gusto por el cine o por el deporte, también ciertos valores y metas en la vida. Obviamente, estos cambian con el tiempo, no son los mismos a los 20 que a los 30, pero consensuar de un modo que no perjudique el bienestar mutuo es valioso.

Para identificar que no estoy en una relación sana, hay situaciones que lo indican sólidamente, es cierto que en un noviazgo o matrimonio hay conflictos, y muchísimos, pero no es lo mismo que una relación conflictiva, en la cual hay más problemas que buenos momentos, más ansiedad y tristeza que cariño, más estrés que tranquilidad, donde el disfraz de amor es utilizado por la manipulación, el miedo, dependencia emocional, infidelidades y el control.

Y en caso de que seamos nosotros los que tengamos estas conductas, las identificamos, queremos cambiarlas, pero no sabemos cómo, ahí nace la importancia de asistir a recibir ayuda profesional, ya que de este modo conseguimos una ayuda sin prejuicios con métodos efectivos que nos ayuden a solventar la situación.

Puede leer: Consejos para tener una relación armoniosa