Lima, Perú
Redes sociales como Facebook buscan que sus usuarios se olviden del correo electrónico y prefieran en cambio utilizar las banejas de entrada de sus respectivos perfiles, pero encuentran la resistencia de quienes desean mantener separada su vida laboral (en el correo) de su vida privada (en Facebook).
Si las previsiones de algunos expertos en la materia llevan razón, la gran invención de Ray Tomlinson, el correo electrónico, debería morir con él.
El correo electrónico se volvió parte de nuestras vidas y se propagó con tanta rapidez que muchas personas realmente no aprendieron a usarlo correctamente. Confinado a las computadoras al principio, empresas como BlackBerry lo pusieron en la palma de nuestra mano al desarrollar las aplicaciones móviles de correo, haciéndolo omnipresente en nuestras oficinas, casas y en casi cualquier otro lugar.
Pero hay quienes piensan que ya es hora de plantearse la posibilidad de prescindir de él. Dave Lee, experto en tecnología de la BBC, plantea lo siguiente: 'Solo piensa: en este preciso momento alguien en algún lugar está escribiendo un correo electrónico que debería reconsiderar (si enviarlo)', señala. 'Otra persona está enviando un correo electrónico que tiene palabras brutales, desgarradoras, que realmente debería decir en persona… si tuviera el coraje', añade.
Y es que el correo electrónico produce sentimientos encontrados: nos produce ansiedad recibir demasiados correos… o no recibir ninguno.
Por otro lado, muchos de los males de la tecnología: el phishing, los virus, el malware y hasta el molesto spam, todos ellos llegan por correo electrónico.
El problema es que todavía no hemos encontrado una mejor alternativa para comunicarnos. No hace mucho se decía que aplicaciones como Slack podrían ser un buen sustituto pero luego se descubre que solo es efectiva para comunicaciones internas, mientras que ofrece limitaciones para llegar a quienes están fuera de nuestro entorno inmediato.
 Slack es una app que se cree podría remplazar al correo, pero tiene limitaciones.
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Rory Cellan-Jones, editor de Tecnología de la BBC se preguntaba si deberíamos abandonar para siempre el correo electrónico. Respondiendo a su propia pregunta, dijo “bueno, no, ciertamente no en el corto plazo”.
