Nueva York, Estados Unidos.
Cuando usted se pone el dispositivo frente a sus ojos y el juego comienza, se transporta a una pequeña habitación con paredes blancas. Su misión es escapar de la habitación, pero no puede usar sus manos. No hay palanca de juego ni tablero táctil. Debe usar sus pensamientos.
Gira hacia una pelota que está en el piso, y su cerebro envía una orden para levantarla. Con otro pensamiento hace que la pelota rompa un espejo, con lo que se revelan unos números garabateados en la pared. Mentalmente presiona esos números en un gran teclado que está al lado de la puerta. Y escapa.
Neurotecnología
Diseñado por Neurable, una pequeña empresa emergente fundada por Ramses Alcaide, un ingeniero eléctrico y neurocientífico, el juego le ofrece lo que podría llamar un ratón de computadora para la mente, una forma de elegir objetos en un mundo virtual con sus pensamientos.
Aunque tiene limitaciones en cuanto a lo que puede hacer. Usted no puede seleccionar un objeto con su mente a menos de que primero vea hacia donde está, con lo que se reduce el número de objetos que podría considerar.
Sin embargo, funciona. Hace poco probé el juego, que tiene el título provisional de Awakening, cuando Alcaide y dos empleados de
Neurable pasaron por San Francisco y unos cientos de personas lo jugaron en la conferencia de gráficos computacionales de
Siggraph en Los Ángeles.
El prototipo está entre los primeros frutos de la iniciativa extendida para adoptar tecnología que alguna vez fue ciencia ficción, y que de cierto modo aún lo es.
Impulsada por recientes inversiones del gobierno estadounidense y por la mentalidad de manada que a menudo caracteriza al mundo de la tecnología, algunas empresas emergentes y compañías más grandes como Facebook están trabajando para encontrar la forma de controlar máquinas con la mente.
Realidad virtual
También están buscando maneras más fluidas de utilizar la tecnología de la realidad virtual.
“La neurotecnología se ha convertido en algo genial”, dijo Ed Boyen, un profesor de Ingeniería Biológica y Ciencias Cognitivas y Cerebrales en el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts que asesora a una de esas empresas emergentes.
El incremento en el interés en la neurotecnología en parte es el resultado de un proyecto que el gobierno de Barack Obama comenzó en 2013. La iniciativa ayudó a generar un significativo financiamiento gubernamental para empresas de interfaz cerebral y obras relacionadas en la academia.
Después, Elon Musk, el fundador de Tesla y SpaceX, comenzó a promover la idea con su más reciente empresa llamada Neuralink.
Esa combinación ha atraído el interés de firmas privadas de capital de riesgo.
“Con el teléfono inteligente, estamos comenzando a alcanzar los límites de lo que podemos hacer”, dijo Doug Clinton, el fundador de Loup Ventures, una nueva firma de capital de riesgo que ha invertido en Neurable.
“Estas empresas son el siguiente paso”.
El prototipo de Neurable muestra lo que es posible hacer con la tecnología actual. Utilizando electroencefalografía ( EEG) —un sistema para medir la actividad cerebral eléctrica que ha existido durante décadas— la empresa puede proporcionar formas sencillas de interactuar mentalmente con un juego.
Algunas compañías esperan ir mucho más allá y quieren construir un medio para realizar casi cualquier tarea computacional con la mente. Imagina una interfaz cerebral para teclear rápidamente en un teléfono inteligente.
Incluso para los emprendedores de Silicon Valley como Musk, definir esa meta impulsa el optimismo tecnológico hacia nuevos límites. Algunas iniciativas parecen particularmente quijotescas.
Musk dijo en una entrevista que Neuralink planeaba desarrollar formas de implantar hardware en el cráneo de personas completamente sanas.
Cuando usted se pone el dispositivo frente a sus ojos y el juego comienza, se transporta a una pequeña habitación con paredes blancas. Su misión es escapar de la habitación, pero no puede usar sus manos. No hay palanca de juego ni tablero táctil. Debe usar sus pensamientos.
Gira hacia una pelota que está en el piso, y su cerebro envía una orden para levantarla. Con otro pensamiento hace que la pelota rompa un espejo, con lo que se revelan unos números garabateados en la pared. Mentalmente presiona esos números en un gran teclado que está al lado de la puerta. Y escapa.
Neurotecnología
Diseñado por Neurable, una pequeña empresa emergente fundada por Ramses Alcaide, un ingeniero eléctrico y neurocientífico, el juego le ofrece lo que podría llamar un ratón de computadora para la mente, una forma de elegir objetos en un mundo virtual con sus pensamientos.
Aunque tiene limitaciones en cuanto a lo que puede hacer. Usted no puede seleccionar un objeto con su mente a menos de que primero vea hacia donde está, con lo que se reduce el número de objetos que podría considerar.
NEUROTECNOLOGÍA. Cuando juega el juego, la misma luz rebota por toda la habitación virtual. Cuando llega al objeto en el que está pensando, el sistema puede identificar el aumento en la actividad cerebral.
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El prototipo está entre los primeros frutos de la iniciativa extendida para adoptar tecnología que alguna vez fue ciencia ficción, y que de cierto modo aún lo es.
Impulsada por recientes inversiones del gobierno estadounidense y por la mentalidad de manada que a menudo caracteriza al mundo de la tecnología, algunas empresas emergentes y compañías más grandes como Facebook están trabajando para encontrar la forma de controlar máquinas con la mente.
Realidad virtual
También están buscando maneras más fluidas de utilizar la tecnología de la realidad virtual.
“La neurotecnología se ha convertido en algo genial”, dijo Ed Boyen, un profesor de Ingeniería Biológica y Ciencias Cognitivas y Cerebrales en el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts que asesora a una de esas empresas emergentes.
| NEUROTECNOLOGÍA. Cuando juega el juego, la misma luz rebota por toda la habitación virtual. Cuando llega al objeto en el que está pensando, el sistema puede identificar el aumento en la actividad cerebral.
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Después, Elon Musk, el fundador de Tesla y SpaceX, comenzó a promover la idea con su más reciente empresa llamada Neuralink.
Esa combinación ha atraído el interés de firmas privadas de capital de riesgo.
“Con el teléfono inteligente, estamos comenzando a alcanzar los límites de lo que podemos hacer”, dijo Doug Clinton, el fundador de Loup Ventures, una nueva firma de capital de riesgo que ha invertido en Neurable.
“Estas empresas son el siguiente paso”.
El prototipo de Neurable muestra lo que es posible hacer con la tecnología actual. Utilizando electroencefalografía ( EEG) —un sistema para medir la actividad cerebral eléctrica que ha existido durante décadas— la empresa puede proporcionar formas sencillas de interactuar mentalmente con un juego.
Algunas compañías esperan ir mucho más allá y quieren construir un medio para realizar casi cualquier tarea computacional con la mente. Imagina una interfaz cerebral para teclear rápidamente en un teléfono inteligente.
Incluso para los emprendedores de Silicon Valley como Musk, definir esa meta impulsa el optimismo tecnológico hacia nuevos límites. Algunas iniciativas parecen particularmente quijotescas.
Musk dijo en una entrevista que Neuralink planeaba desarrollar formas de implantar hardware en el cráneo de personas completamente sanas.