Los golpes pueden ocurrir a cualquier edad, pero hay que tenerles mucho cuidado porque con el tiempo pueden traer problemas a la salud.
La mayoría de las veces los sufren los niños y jóvenes en sus actividades recreativas, tanto en el colegio como en la casa.
Las zonas habitualmente afectadas por las contusiones son las extremidades y menos frecuentemente, la cabeza y el tronco.
Las lesiones más comunes, resultado de estos golpes, son los esguinces, luxaciones y fracturas, explica el doctor Edin Quijada.
¿Qué hacer ante un golpe?
La magnitud o intensidad del dolor, la imposibilidad de mover normalmente una extremidad y la deformidad de la zona traumatizada, dan una idea aproximada de la importancia de la lesión sufrida.
Si la persona se torció una extremidad o sufrió un golpe en ella y no puede moverla, la mejor forma de aliviar el dolor y proteger la zona traumatizada es inmovilizar la extremidad.
Esto se hace rodeándola con elementos rígidos, como tablillas o listones y envolviendo con vendas o pedazos de género.
En el caso de las fracturas, esto tiene gran importancia, ya que al moverse la zona, las astillas del hueso pueden romper vasos sanguíneos o nervios cercanos a los bordes óseos.
El galeno dice que los golpes en la cabeza a veces pueden tener consecuencias serias. Los vasos sanguíneos pueden sangrar, aumentando la presión dentro del cráneo.
Consultar
Los golpes son motivos de consulta cuando provocan pérdida de la conciencia, aunque sea fugaz y desorientación en el tiempo y lugar.
Consejo
Un golpe en la cabeza puede provocar pérdida de la conciencia, es mejor acudir a un hospital lo más pronto posible.