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95 nuevos reclusos hay en El Pozo I y El Pozo II

  • 15 agosto 2017 /

Los reos considerados de alta peligrosidad estaban recluidos en distintos centros penales del país.

Tegucigalpa, Honduras.

Las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) determinaron trasladar a 95 peligrosos privados de libertad a las cárceles de El Pozo I, ubicado en Ilama, Santa Bárbara, y El Pozo II, en Morocelí, El Paraíso.

Las acciones de traslado iniciaron a las 6:00 am, de manera simultánea en cinco centros penales.

Se informó que desde el Centro Penal de San Pedro Sula transportaron a catorce privados de libertad a El Pozo I, en Ilama.

Mientras que 81 de los convictos fueron llevados a El Pozo II.

De los nuevos inquilinos de El Pozo II, seis estaban recluidos en Juticalpa, Olancho; uno en Trujillo, Colón; 22 en el penal de Choluteca y 52 en el Centro Nacional Penitenciario de Támara, Francisco Morazán.

Foto: La Prensa

Bajo estrictas medidas de seguridad se llevó a cabo el traslado de los 95 reos.
El traslado se efectuó, al igual que en oportunidades anteriores, bajo estrictas medidas de seguridad. Al llegar a las dos nuevas cárceles de máxima seguridad, los reos fueron despojados de sus vestimentas y se les colocó uniformes de color naranja.

Máxima seguridad

Estos reclusos se suman a los 2,200 integrantes de maras o pandillas, así como vinculados con crímenes de alto impacto, que ya guardan prisión en las cárceles de máxima seguridad, donde no cuentan con los privilegios que tenían en los otros centros penales donde estaban recluidos.

De ahora en adelante, los 95 reos tendrán que someterse a regímenes disciplinarios y de control de estas cárceles que cumplen estándares internaciones, representando la transformación del sistema penitenciario.

En las cárceles de máxima seguridad, los reos peligrosos no cuentan con comodidades ni lujos y permanecerán en sus celdas durante 23 horas del día, y por una hora podrán recibir la luz solar en una celda especial acondicionada con láminas traslúcidas.

Los módulos cuentan con cámaras de seguridad, por medio de las cuales se mantiene una permanente vigilancia las 24 horas del día, tanto para los privados de libertad como a los agentes penitenciarios y resto del personal.

Foto: La Prensa

En el penal de Copán hubo una inspección y se encontraron varios objetos; incluso, en las paredes de una celda había cocaína.
El mecanismo de control ha permitido la captura de varios empleados de centros penales, quienes han sido descubiertos que tienen vínculos con los privados de libertad, siendo puestos a la orden de las autoridades competentes.

Con el nuevo traslado, las autoridades pretenden bajar la incidencia delictiva, pues se había detectado que desde las cárceles estas personas ordenaban que se cometieran actos delictivos.

Hallan droga

Las acciones del Instituto Nacional Penitenciario se extendieron hasta el Centro Penal de Santa Rosa de Copán.

Agentes del Sexto Batallón de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), XII Batallón de Infantería, Fusina y la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) participaron en el registro de las celdas.

La inspección concluyó cerca de las 12:30 pm, dejando como resultado el decomiso de 75 puntas de cocaína, una onza de cocaína, balanza para pesar drogas, bebidas alcohólicas, celulares, cargadores, navajas, objetos punzocortantes, tíner y un bote de gasolina.