Tegucigalpa, Honduras.
Familiares de los ocho asesinados la noche del viernes lloran y exigen a las autoridades que esclarezcan los crímenes.
Faltaban 20 minutos para las 8:00 pm del viernes cuando la tranquilidad en que un grupo de personas departía en el expendio San Rafael, en el sector de El Carrizal 2, fue interrumpida bruscamente por cinco hombres encapuchados.
Un sobreviviente contó que gritaron: “Todos al suelo, somos la Policía, saquen sus documentos personales”.
Los individuos portaban armas de grueso calibre, fusiles de asalto tipo AR-15 o galil.
Mientras les apuntaban les quitaron la documentación y celulares. Posteriormente, comenzó la ráfaga de balazos que duró unos seis minutos, seis murieron adentro del negocio y dos afuera.
Los victimarios también revisaron la casa donde funciona el negocio y encontraron a unos señores de la tercera edad, a quienes les perdonaron la vida. Enseguida, los vecinos y los dueños del expendio que se encontraban en una vivienda cercana llegaron a ver lo que sucedió.
La escena era dantesca. Los cuerpos estaban tirados en el suelo sobre una laguna de sangre. Otras dos personas que resultaron heridas fueron trasladadas de emergencia al Hospital Escuela. Se trata de Julio Villatoro (de 37 años) y Luis Carbajal (de 39), ellos están estables.
El padre de uno de los jóvenes asesinados sufrió una herida en la pierna después que una de las balas rebotara en la pared, pero ese dolor fue mínimo comparado con ver tendido en el suelo a su hijo.
Otro sobreviviente contó que uno de los hombres le apuntó con el arma, pero gracias a sus perros pudo escapar.
Víctimas
A la escena del crimen llegaron elementos militares, policiales y cuerpos de socorro para auxiliar a los heridos. El personal de Medicina Forense también llegó rápido para hacer el levantamiento de los ocho cadáveres y los trasladaron a la morgue judicial capitalina.
Ellos fueron identificados como Edwin Roberto Rodríguez (de 35), Rodimiro Varela Matute (de 55), Freddy Josué Herrera García (de 23), Walter Leonel Baca (de 29), Eduardo Enrique Quiroz (de 27). Asimismo, Yery Javier Pineda (de 41), Hector Nahún Ramírez Baca (de 32) y Juan Manuel Baca (de 33). De ellos, tres eran conductores de rapiditos y uno cobrador de las rutas Carrizal-Unah-La Sosa y Ulloa-Anillo Periférico-Unah. Otros dos asesinados eran mecánicos, uno panadero y otro trabajaba en una empresa distribuidora de cemento.
Se conoció que una de las víctimas recibió 19 impactos de bala, otros entre 10 y 12 balazos al recibir una sola ráfaga. Uno de los dueños del negocio comentó que tiene más de 40 años de laborar ahí y nunca había ocurrido una tragedia así. Vecinos denunciaron que hace dos semanas observaron un pick-up gris que pasaba lentamente por el negocio. De ese vehículo se bajaron los responsables de la matanza, relataron testigos.
Medicina Forense entregó cuatro de los cadáveres a familiares ayer en horas de la madrugada. En el transcurso de la mañana entregaron los otros cuatro para que pudieran velarlos y darles cristiana sepultura. El dolor y la impotencia que sentían los parientes de las víctimas era fuerte. Los llantos de las madres, padres, demás familiares y amigos eran desgarradores al verlos en los ataúdes. Se mencionó que los encapuchados buscaban a personas que supuestamente vendían droga
Investigación
Fusina conformó una comisión especial que se dedicará a investigar el homicidio de las ocho personas.
José Coello, portavoz de Fusina, manifestó que están procesando la información de las cámaras de seguridad y ya tienen identificado el vehículo en que se conducían los responsables del crimen.
“Es un ataque dirigido, según la dinámica, ellos abordaron el mismo vehículo tipo pick-up y quisieron despojar a otra persona de su carro, pero no pudieron”, comentó el teniente. Investigan si el hecho está relacionado con el cobro de la extorsión.
Familiares de los ocho asesinados la noche del viernes lloran y exigen a las autoridades que esclarezcan los crímenes.
Faltaban 20 minutos para las 8:00 pm del viernes cuando la tranquilidad en que un grupo de personas departía en el expendio San Rafael, en el sector de El Carrizal 2, fue interrumpida bruscamente por cinco hombres encapuchados.
Un sobreviviente contó que gritaron: “Todos al suelo, somos la Policía, saquen sus documentos personales”.
Los individuos portaban armas de grueso calibre, fusiles de asalto tipo AR-15 o galil.
| Los familiares de las víctimas mortales reclamaron los cuerpos en la morgue capitalina ayer. |
Los victimarios también revisaron la casa donde funciona el negocio y encontraron a unos señores de la tercera edad, a quienes les perdonaron la vida. Enseguida, los vecinos y los dueños del expendio que se encontraban en una vivienda cercana llegaron a ver lo que sucedió.
La escena era dantesca. Los cuerpos estaban tirados en el suelo sobre una laguna de sangre. Otras dos personas que resultaron heridas fueron trasladadas de emergencia al Hospital Escuela. Se trata de Julio Villatoro (de 37 años) y Luis Carbajal (de 39), ellos están estables.
El padre de uno de los jóvenes asesinados sufrió una herida en la pierna después que una de las balas rebotara en la pared, pero ese dolor fue mínimo comparado con ver tendido en el suelo a su hijo.
Otro sobreviviente contó que uno de los hombres le apuntó con el arma, pero gracias a sus perros pudo escapar.
| Los familiares de las víctimas mortales reclamaron los cuerpos en la morgue capitalina ayer.
|
A la escena del crimen llegaron elementos militares, policiales y cuerpos de socorro para auxiliar a los heridos. El personal de Medicina Forense también llegó rápido para hacer el levantamiento de los ocho cadáveres y los trasladaron a la morgue judicial capitalina.
Ellos fueron identificados como Edwin Roberto Rodríguez (de 35), Rodimiro Varela Matute (de 55), Freddy Josué Herrera García (de 23), Walter Leonel Baca (de 29), Eduardo Enrique Quiroz (de 27). Asimismo, Yery Javier Pineda (de 41), Hector Nahún Ramírez Baca (de 32) y Juan Manuel Baca (de 33). De ellos, tres eran conductores de rapiditos y uno cobrador de las rutas Carrizal-Unah-La Sosa y Ulloa-Anillo Periférico-Unah. Otros dos asesinados eran mecánicos, uno panadero y otro trabajaba en una empresa distribuidora de cemento.
Se conoció que una de las víctimas recibió 19 impactos de bala, otros entre 10 y 12 balazos al recibir una sola ráfaga. Uno de los dueños del negocio comentó que tiene más de 40 años de laborar ahí y nunca había ocurrido una tragedia así. Vecinos denunciaron que hace dos semanas observaron un pick-up gris que pasaba lentamente por el negocio. De ese vehículo se bajaron los responsables de la matanza, relataron testigos.
| Los familiares de las víctimas mortales reclamaron los cuerpos en la morgue capitalina ayer.
|
Investigación
Fusina conformó una comisión especial que se dedicará a investigar el homicidio de las ocho personas.
José Coello, portavoz de Fusina, manifestó que están procesando la información de las cámaras de seguridad y ya tienen identificado el vehículo en que se conducían los responsables del crimen.
“Es un ataque dirigido, según la dinámica, ellos abordaron el mismo vehículo tipo pick-up y quisieron despojar a otra persona de su carro, pero no pudieron”, comentó el teniente. Investigan si el hecho está relacionado con el cobro de la extorsión.
| Un grupo que departía la noche del viernes en un expendio al norte de la capital fue atacado por cinco hombres.
|
