Tegucigalpa, Honduras.
A cinco personas les perdonaron la vida los ocho miembros de la banda criminal que participaron en la violenta operación en el Centro Médico de La Granja, adonde acribillaron a balazos al pandillero Manuel Isaac Durón Chacón, alias Dreamer, y al policía penitenciario Noé Perfecto Reyes Molina, la noche del miércoles anterior.
Según investigaciones de la Policía, el Dreamer supuestamente era el tercero en liderazgo de la pandilla 18.
Eran las 7:28 de la noche cuando ingresaron por el pasillo principal hacia el interior donde se encontraban varias personas, entre empleados, familiares de pacientes y guardias encargados de la seguridad.
Toda la acción criminal duró un aproximado de dos minutos y medio, ya que abandonaron el local a las 7:30 con 30 segundos.
Cuatro minutos después se presentaron varios policías uniformados y otros de civil con chalecos antibalas y gorros pasamontañas.
De acuerdo con lo que se puede observar en el video, inicialmente, la gente que estaba en el lugar se habría imaginado que los hombres armados eran policías por la forma de caminar y en cómo llegaron al lugar.
Los segundos restantes fueron como una pesadilla que, difícilmente, los que estaban presentes podrán olvidar por el momento de terror que les tocó vivir.
La balacera que protagonizaron los responsables del doble crimen fue tan fuerte que en la escena se contabilizaron, aproximadamente, 200 casquillos de bala disparados con armas automáticas.
En medio de la confusión, algunas personas trataron de salir del local; sin embargo, tres de los hombres armados les impidieron y obligaron a regresar hacia adentro.
Los hombres, con apariencia de policías, permanecieron casi dos minutos en el interior del hospital, donde tras acribillar al pandillero Manuel Isaac Durón Chacón, salieron al pasillo.
El caso no terminó con la muerte de los dos hombres. La enfermera del centro asistencial, Eva del Carmen Gálvez González (42) y su hijo, Reynaldo José Flores Gálvez (21), fueron asesinados a balazos la madrugada del viernes anterior en su casa en la colonia Óscar A. Flores, en Comayagüela. Una semana ha transcurrido desde que ocurrió el crimen en el centro médico y todavía los responsables están prófugos.
A cinco personas les perdonaron la vida los ocho miembros de la banda criminal que participaron en la violenta operación en el Centro Médico de La Granja, adonde acribillaron a balazos al pandillero Manuel Isaac Durón Chacón, alias Dreamer, y al policía penitenciario Noé Perfecto Reyes Molina, la noche del miércoles anterior.
Según investigaciones de la Policía, el Dreamer supuestamente era el tercero en liderazgo de la pandilla 18.
Eran las 7:28 de la noche cuando ingresaron por el pasillo principal hacia el interior donde se encontraban varias personas, entre empleados, familiares de pacientes y guardias encargados de la seguridad.
VEA: Así fue la balacera en la que acribillaron a pandillero
Antes de ingresar al centro hospitalario, los criminales sometieron a la impotencia al agente penitenciario Noé Perfecto Reyes Molina, le decomisan el arma de reglamento y lo obligan a tirarse boca abajo sobre el piso.
Luego le colocan el par de chachas que él mismo portaba. Después, dos se quedan montando guardia, mientras que los otros seis ingresan por la puerta principal y someten a las demás personas, incluido un guardia de seguridad de turno, tal y como lo muestra el video.
Antes de escapar, uno de ellos asesinó al custodio penitenciario, luego salieron caminando tranquilos como si nada hubiese pasado.
Expertos aseguran que los sicarios han recibido entrenamiento.
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Cuatro minutos después se presentaron varios policías uniformados y otros de civil con chalecos antibalas y gorros pasamontañas.
De acuerdo con lo que se puede observar en el video, inicialmente, la gente que estaba en el lugar se habría imaginado que los hombres armados eran policías por la forma de caminar y en cómo llegaron al lugar.
Los segundos restantes fueron como una pesadilla que, difícilmente, los que estaban presentes podrán olvidar por el momento de terror que les tocó vivir.
La balacera que protagonizaron los responsables del doble crimen fue tan fuerte que en la escena se contabilizaron, aproximadamente, 200 casquillos de bala disparados con armas automáticas.
En medio de la confusión, algunas personas trataron de salir del local; sin embargo, tres de los hombres armados les impidieron y obligaron a regresar hacia adentro.
Los hombres, con apariencia de policías, permanecieron casi dos minutos en el interior del hospital, donde tras acribillar al pandillero Manuel Isaac Durón Chacón, salieron al pasillo.
El caso no terminó con la muerte de los dos hombres. La enfermera del centro asistencial, Eva del Carmen Gálvez González (42) y su hijo, Reynaldo José Flores Gálvez (21), fueron asesinados a balazos la madrugada del viernes anterior en su casa en la colonia Óscar A. Flores, en Comayagüela. Una semana ha transcurrido desde que ocurrió el crimen en el centro médico y todavía los responsables están prófugos.