Tegucigalpa, Honduras.
De nuevo las llamas redujeron a cenizas la mercadería y los puestos que son el sustento de una decena de familias en el mercado San Isidro de Comayagüela.
El 18 de febrero de 2012 cinco mercados fueron consumidos por un voraz incendio ocasionado por la explosión de un chimbo de gas.
El incendio se desató a eso de las 5:00 am y a las 5:23 llegaron las unidades del Cuerpo de Bomberos. La pericia de los apagafuegos evitó una tragedia mayor.
Para sofocar las llamas se requirió el esfuerzo de 15 unidades con motobombas y 20 apagafuegos. En total, 43 puestos resultaron afectados por el siniestro.
En el lugar del incendio, los desencajados locatarios dedicaron el día a la limpieza de lo que quedó de sus locales y a buscar entre las cenizas objetos de valor y documentos personales.
El motivo de su tristeza no solo se debe a la pérdida total de sus medios de vida, sino a la preocupación de cómo van a honrar las deudas que tienen con los bancos.
Los comerciantes aseguran que la mercadería no es del todo propia, pues para distribuirla adquieren onerosos préstamos con la banca privada.
Los vendedores estimaban que tienen deudas de 60,000 a 200,000 lempiras, por lo que contabilizan un promedio de pérdidas de unos dos millones de lempiras.
Jesús Bonilla, presidente del Consejo Nacional de Vendedores Ambulantes de Honduras (Conavah), aseguró que si bien las asociaciones de mercados tienen fondos para brindar capital semilla en casos de emergencia el monto disponible para préstamos esn ínfimo en relación a las necesidades de los vendedores.
La Gerencia de Orden Público de la Alcaldía Municipal desplazó 90 elementos, entre cuadrillas de seguridad, inspectores y electricistas, a fin de ayudar a mantener el orden y colaborar en las labores de limpieza.
