El llanto desgarrador de los padres y hermanos del pequeño de seis años destrozaban el corazón de los curiosos que se aglomeraron en una de las calles de la zona de El Corralón, sector Planeta del municipio de La Lima.
El cadáver del pequeño Alexander Yahir Mejía Alfaro (2) yacía tendido en la calle de tierra.
Con su trágica muerte se apagó la alegría del hogar de la familia Mejía, residentes en la colonia San Francisco en La Lima. El menor murió tras ser arrollado por una volqueta.
Tras el hecho accidental, el conductor de la unidad se entregó de inmediato a las autoridades policiales, pero su nombre no fue dado a conocer por la seguridad del hombre, quien en estado nervioso se lamentaba ante la tragedia. Luego del accidente, los familiares del pequeño llegaron y al observarlo tirado en la calle soltaron en llanto, en gritos de dolor por la irreparable pérdida.
Los hechos. Eran las 9:50 am de ayer cuando Alexander Yahir caminaba en por una de las angostas calles de la colonia San Francisco. A pocos metros del niño, una volqueta asomaba para circular por la misma vía donde caminaba el menor.
La mala suerte se conjugó cuando el niño al intentar caminar rápido para adelantarse a la volqueta se tropezó y cayó.
El conductor de la unidad no se percató de que el menor estaba tirado y no paró la marcha y fue cuando con una de las llantas de la pesada unidad lo arrolló.
De inmediato los gritos alertaron al conductor, los vecinos y parientes del niño corrieron, querían salvarlo, pero cuando lo tocaron ya su corazón no latía, Alexander Yahir había muerto.
Uno de los hermanos fue el primero que impactado observó el cuerpo de su hermano tirado y desesperado gritaba: “Mi hermanito, no, no puede ser, qué vamos a hacer ahora sin él”.
Minutos después, la madre del pequeño se unía al dolor de sus hijos. El hecho consternaba a todos los vecinos, quienes lamentaban lo ocurrido y la Policía, por seguridad se llevó al conductor a otra posta policial para evitar cualquier ataque ante la indignación de los pobladores.
Las autoridades forenses al mediodía levantaron el cadáver, el que fue entregado a sus familiares.
