Tres jóvenes con ilusiones y ganas de triunfar salieron a jugar, era su pasatiempo y cada semana destinaban dos noches para disfrutar el fútbol en una cancha cercana a la Universidad.
El miércoles jugaron, pero ésa fue la última vez que su familia tuvo noticias de ellos; desde las once de la noche la comunicación se cortó y tres familias angustiadas pasaron la peor noche de sus vidas.
Las horas eran eternas, el temor ante lo peor iba en aumento, una llamada telefónica anunciaba la tragedia.
En uno de los bordos de la Guadalupe tres personas estaban tiradas, los pobladores de la zona las daban por muertas, pero cuando las autoridades llegaron constataron que sólo Guillermo Alejandro Monge, un productor de un canal de televisión, había perecido.
De milagro sus dos acompañantes sobrevivían y fueron trasladados a un centro asistencial.
Sus familiares se trasladaron de inmediato al lugar de la tragedia y en medio de su dolor oraban por los asesinos pidiendo a Dios su arrepentimiento.
Hechos
No se sabe realmente qué ocurrió entre la cancha de fútbol adonde jugaban los tres amigos y el trayecto hacia sus hogares.
Lo cierto es que los jóvenes fueron interceptados por desconocidos, los que se supone les daban seguimiento.
No volvieron más a sus hogares, ante la inusual ausencia sus familiares comenzaron su búsqueda. Ayer a las ocho de la mañana eran encontrados. Estaban en el bordo de La Guadalupe, una patrulla policial llegó hasta el lugar y trasladó a los dos heridos a un centro asistencial, sus condiciones son críticas con pronóstico reservado.
Pero Guillermo Alejandro, quien hoy cumpliría sus veinte años, quedaba sin vida.
“Es un dolor grande, sólo le digo a los asesinos de mi hijo que acepten a Cristo, que sean nuevas personas. Mi hijo era cristiano, mañana (hoy) cumpliría sus veinte años; pero es la voluntad de Dios llevárselo. Dios que perdone a estas personas”, manifestó Reina González madre del occiso.
Guillermo era productor de televisión, estudiaba Comunicaciones en una universidad privada y era el mayor de tres hijos de la familia Monge González.
Hasta ayer la Policía no tenía un motivo en el caso.
“Estamos investigando los hechos, pero no tenemos claro el motivo por el que fueron atacados los jóvenes donde uno de ellos lamentablemente murió. Esperamos en las próximas horas aportar elementos”, manifestó Eric Peñalba, vocero policial.
