Las autoridades hondureñas confirmaron que Óscar Roberto Melara Botto, conocido con el alias de “El Pollo”, era el principal objetivo del violento ataque perpetrado la mañana del domingo en un gimnasio de la ciudad de Yoro.
En el hecho también perdieron la vida tres de sus guardaespaldas identificados como Néstor Lenin Lara Claro, Carlos Noé Lesama Jiménez y José Antonio Quijada.
De acuerdo con el relato de testigos, entre cuatro y cinco sujetos vestidos con uniformes militares, chalecos antibalas y encapuchados ingresaron al establecimiento aproximadamente a las 7:40 am.
Los individuos se identificaron como policías y saludaron al ingresar, para luego preguntar quiénes estaban armados. Segundos después, ordenaron a los presentes hacerse a un lado y abrieron fuego contra Melara y su equipo de seguridad.
Melara se encontraba realizando ejercicios en el gimnasio cuando fue sorprendido por los atacantes, quienes, tras ejecutar la masacre, huyeron del lugar con rumbo desconocido.
Las víctimas murieron en el lugar, presentando múltiples heridas de arma de fuego. Investigadores de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y peritos de Medicina Forense realizaron el levantamiento de los cuerpos y recolectaron varios casquillos de armas de alto calibre.
Aunque el móvil del crimen aún no ha sido establecido, fuentes policiales indicaron que el ataque podría estar vinculado a disputas criminales en la zona norte del país.
Melara era conocido en el sector y, según versiones preliminares, habría estado bajo investigación por supuestos vínculos con actividades ilícitas.
Equipos de inteligencia y unidades especiales de la Policía Nacional se desplegaron en distintos puntos del departamento de Yoro para dar con el paradero de los responsables.
Las autoridades mantienen retenes en las salidas principales y no descartan que los atacantes hayan contado con apoyo logístico para huir del lugar.
El violento suceso ha causado conmoción entre los pobladores de Yoro, que exigen mayor presencia policial y medidas urgentes para frenar la ola de crímenes que afecta la zona.