Hace 12 años, José Erazo Hernández (41), partió de su pueblo natal Marcala, La Paz, en busca del sueño americano.
Luego de cinco años de trabajo en Estados Unidos, José regresó a Honduras para permanecer dos años y medio. Tras su estadía, regresó al país del norte para seguir trabajando y sostener a sus familiares.
La tragedia llegó el pasado miércoles 23 de marzo, cuando José se cayó de un andamio desde el onceavo piso, donde colocaba cristales de una de las ventanas en un edificio en construcción en Raleigh, Carolina del Norte.
La información que manejan los familiares, es que la estructura de metal se precipitó con cuatro trabajadores.
Una de las posibles causas por las que la estructura se vino abajo es el sobrepeso al cual estaba expuesto el andamio.
Según el primo del hondureño afectado, Marco Tulio Claros, la empresa no se comunicó con ellos aún cuando el hondureño murió en horas laborables. Los restos de José fueron repatriados el pasado viernes en un vuelo comercial al aeropuerto Toncontín de la capital y trasladados a Marcala. A Hernández le sobreviven su esposa y tres hijas, una de 18 años, una de ocho y una de cuatro meses.
Su sepelio se realizará hoy al mediodía en su tierra natal, en medio del dolor de su familia y amigos.
Junto al hondureño murieron además dos hombres, uno de nacionalidad brasileña y el otro mexicano.