San Pedro Sula, Honduras.
Con el temor en el rostro, combinado con el dolor y la impotencia, familiares, amigos y colegas del área del transporte velaron ayer los restos del destacado empresario Carlos Andonie (69).
El zar del transporte fue asesinado la tarde del martes por un sicario en motocicleta, quien le propinó al menos 10 disparos que acabaron con la vida del transportista cuando este se encontraba afuera de un taller en el barrio Paz Barahona de esta ciudad. Ayer desde temprano, sus restos fueron llevados a un salón de Funerales del Recuerdo para velarlos.
Los arreglos florales de instituciones como la Cámara de Comercio y la Asociación de Motoristas Profesionales de Honduras (Asomoproh)inundaron el féretro color caoba en que descansaba su cuerpo.
Andonie era un personaje respetado y reconocido en todos los ámbitos sociales de San Pedro Sula y eso quedó en evidencia ayer.
Impotencia
El dolor de sus familiares era evidente. Las lágrimas y el llanto aparecían en cualquier instante, pero más cuando recibían el pésame de sus amigos cercanos.
El acceso a los medios de comunicación fue permitido por sus seres queridos, pero decidieron al mismo tiempo no dar declaraciones debido al momento doloroso que atraviesan.
Los familiares agradecieron el apoyo de los presentes y toda la población que lamenta la muerte de Andonie. Transportistas y motoristas llegaron al lugar del velorio con gran congoja por lo que consideraron “un golpe de autoridad del crimen en San Pedro Sula”.
Muchos de ellos se tomaron tiempo para compartir con los presentes las anécdotas que vivieron con “don Carlos” y su preocupación por el rumbo que tomará el transporte con la ausencia de uno de sus líderes más respetados.
Según lo planeado por los familiares, para este día se tiene contemplado el entierro del transportista. Saldrá a las 9:00 am de Funerales del Recuerdo en un recorrido breve en Asomoproh.
Luego irá a la capilla de la iglesia San Vicente de Paúl, donde a las 10:00 am se oficiará una misa en su memoria.
Una vez terminado el acto será sepultado en un popular cementerio de San Pedro Sula.
