Tegucigalpa, Honduras.
La tristeza invadía esta mañana las salas del Hospital Escuela Universitario donde corría la voz de que el pequeño Adalid Rivera de 10 años había fallecido debido a que su cuerpecito no resistió más a las quemaduras que sufrió en un 90% debido al estallido de un mortero en su abdomen.
El dolor que está pasando su humilde familia originaria de Nueva Arcadia, Copán, es desgarradora. Entre lágrimas su padre Salvador Mejía no hallaba consuelo.
'Él iba ser mi mano derecha, yo no había perdido la fe de que mi pequeño se recuperara', dijo.
'Él me decía cuando usted este viejito yo te voy ayudar', expresó desconsolado tras comentar que hoy mismo partirán hacia su vivienda para velar y sepultar al menor.
'Pero Dios sabe lo que hace, lo puse en sus manos le dije que no me lo hiciera sufrir más'', el llanto lo detuvo y entre gritos expresó 'Dios por favor dame fortaleza'.
El niño Adalid Mejía fue atendido primero por los médicos del Hospital Regional de Occidente, posteriormente fue trasladarlo al Hospital Escuela de Tegucigalpa por la gravedad de las quemaduras, pero falleció hoy.
Mejía había sido trasladado en un helicóptero de las Fuerzas Armadas hacia el principal centro hospitalario de la capital hondureña para ser remitido a la unidad de niños quemados en donde intentaron salvarle la vida.
La tristeza invadía esta mañana las salas del Hospital Escuela Universitario donde corría la voz de que el pequeño Adalid Rivera de 10 años había fallecido debido a que su cuerpecito no resistió más a las quemaduras que sufrió en un 90% debido al estallido de un mortero en su abdomen.
El dolor que está pasando su humilde familia originaria de Nueva Arcadia, Copán, es desgarradora. Entre lágrimas su padre Salvador Mejía no hallaba consuelo.
'Él iba ser mi mano derecha, yo no había perdido la fe de que mi pequeño se recuperara', dijo.
'Él me decía cuando usted este viejito yo te voy ayudar', expresó desconsolado tras comentar que hoy mismo partirán hacia su vivienda para velar y sepultar al menor.
'Pero Dios sabe lo que hace, lo puse en sus manos le dije que no me lo hiciera sufrir más'', el llanto lo detuvo y entre gritos expresó 'Dios por favor dame fortaleza'.
El niño Adalid Mejía fue atendido primero por los médicos del Hospital Regional de Occidente, posteriormente fue trasladarlo al Hospital Escuela de Tegucigalpa por la gravedad de las quemaduras, pero falleció hoy.
Mejía había sido trasladado en un helicóptero de las Fuerzas Armadas hacia el principal centro hospitalario de la capital hondureña para ser remitido a la unidad de niños quemados en donde intentaron salvarle la vida.