05/12/2025
09:24 AM

Cuatro muertos en accidente en Tegucigalpa

  • 01 octubre 2015 /

Las víctimas son Otoniel Enrique Lazo, Héctor Hernández, Emilio Flores y Cristian Aguilar.

Tegucigalpa, Honduras

Cuatro amigos murieron la madrugada de ayer en un fatal accidente automovilístico que se propició a inmediaciones de la colonia capitalina Hato de Enmedio.En el accidente resultaron dos heridos más que fueron trasladados a la sala de emergencia del Hospital Escuela Universitario (HEU).

Las víctimas fueron identificadas como Otoniel Enrique Chávez (17), Héctor Fernando Lazo Vallecillo (21), Emilio Alberto Flores (24) y Christian Steven Aguilar Núñez (19), quienes residían en la colonia capitalina Villa Vieja.

Preliminarmente se manejaba que la tragedia fue producto de los “piques” (competencia de autos) en la que participaban seis jóvenes de los cuales cuatro perdieron la vida. Sin embargo, autoridades de Tránsito descartaron la versión y manifestaron que los muchachos que se conducían a alta velocidad, entre las 10:30 y 11:00 de la noche venían, además, en estado de ebriedad. La tragedia tuvo como protagonistas el alcohol y la alta velocidad que provocó que el auto perdiera el control y fuera a impactar contra un poste del alumbrado eléctrico, volcando sobre la carretera.

La última plática

Los cuatro amigos se reunieron como todos los días a charlar, la casa de Cristhian era el lugar perfecto para echar la “platicada”. Eran aproximadamente las nueve de la noche. En esta amena plática se encontraba Ronald, el quinto eslabón de esta cadena que hoy llora amargamente que sus “aleros”, como él los llama ya no estén. Hoy es él quien relata lo que pasó ayer, en qué momento las risas se convirtieron en gritos y llantos desgarradores.

“Nosotros estábamos allá arriba (fuera de la casa de Cristhian), estábamos platicando porque desde chavalitos nos llevábamos, estamos ahí tranquilos”, no contiene las lágrimas y esta vez ninguno de sus amigos está para darle una palmada y decirle “tranquilo ‘brother’”. Relata que un sexto amigo, al cual se le conoce como Pablo Pérez se sumó a la plática momentos después, él actualmente se recupera en el hospital.

“íbamos para Plaza, eran como las 10:25 y de ahí íbamos seis en el carro, Pablo iba manejando, ya por la carpa, por el túmulo, sentí un sube y baja y el carro se coleó y se estrelló, Pablo lo quiso maniobrar y no pudo, después se escuchó el estruendo”, dijo.

Relata que en medio del insoportable dolor intentó salirse del auto, gritó a sus amigos para que salieran del carro, pero a ellos la vida se les había esfumado. “Cuando saqué los brazos por la ventanilla, dos mujeres me sacaron, todo pasó rápido, de aquí al accidente pasaron unos dos o tres minutos”, Ronald no deja de llorar, sus amigos no están con él, cabe mencionar que fue el único que llevaba puesto el cinturón de seguridad.

“Sí, andábamos alcoholizados, íbamos a comprar una botella de ron, se terminó la botella y ajustamos para la otra, quisiera regresar el tiempo, pero ya no puedo, mis amigos ya no están”, el llanto ya no le permite seguir hablando.

La muerte salió de noche, pisó el acelerador y ellos fueron los alcanzados. Hoy cuatro plegarias llevan sus nombres, sus ataúdes descenderán y solo quedará el recuerdo de que allá en esa esquina, un día cuatro amigos reían y bromeaban. Hoy el grupo está incompleto.