Siete hombres fueron condenados a prisión en las últimas horas en tribunales capitalinos por tres asesinatos ocurridos en agosto de 2019 en el marco de un partido de fútbol en Tegucigalpa.
Los hechos, ocurridos el 19 de agosto de ese año, se dieron previo a un encuentro deportivo entre Olimpia y Motagua, clubes capitalinos cuya rivalidad de sus aficiones, especialmente de las facciones más radicales, conocidas como “barras”, ha desencadenado en múltiples enfrentamientos mortales.
Mediante procedimiento abreviado, los siete hombres fueron condenados a penas carcelarias de entre 15 y 30 años.
Los sentenciados por el asesinato de Carlos Fernando Alvarado Meza son: Brayan Josué Gonzáles Mendoza, alias “El Negro”, Iván Alberto Umanzor Gómez, alias “Benjamín”, José Jaime Godoy García, José Orlando Espinal Franco, alias “Charly Espinal”, Maverick Ariel Portillo Rueda, quienes cumplirán una pena de 15 años de prisión.
Misma pena se le impuso a Denis Alejandro de la O Hernández, alias “Pangola”, por el asesinato de David Antonio Zepeda, mientras tanto a Fabrizzio Alejandro Landaverde Urbina, alias “Arroz”, le dictaron una pena de 30 años de reclusión por el asesinato de David Antonio Zepeda Zúniga y Belis Antonio Baquedano Méndez.
En este mismo caso, están acusados también Ramón Eduardo Cruz Bonilla, Marco Antonio Cáceres Mendoza, Emilser Missael Baquedano Zúniga y Manuel Alejandro Rodríguez Medina; quienes tres de ellos se someterán a juicio oral y público y uno se someterá a la figura de procedimiento abreviado.
Noche de fútbol que terminó en tragedia
Esa noche, antes de las 7:00 p.m. (inicio del partido), en el estadio Nacional, barristas se enfrentaron a golpes y con armas (de fuego y blancas).
Otras personas resultaron heridas en el suceso. Los cordones policiales no lograron contener la arremetida de los miembros de barras organizadas.
Este hecho se sumó a otros en el país en los que personas pierden la vida en auténticas batallas campales previo a encuentros deportivos.
Fue así que el 21 de agosto de 2019, fiscales de desarrollaron varios allanamientos recolectando elementos materiales probatorios que permitieron esclarecer el suceso. Estos registros de morada se llevaron a cabo en sectores aledaños del municipio de Valle de Ángeles, Francisco Morazán.
La prueba científica recabada muestra la secuencia de imágenes captadas en cámaras de seguridad del Sistema de Emergencia 911, analizados por los laboratorios de vídeo forense del MP y la DPI, también se presentaron más declaraciones de testigos claves tomadas bajo la formalidad de prueba anticipada.
Igualmente, la prueba de Patología y Genética Forense fue decisiva para demostrar la implicación de los encausados.
