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Condenan a 317 años a asesino de Altagracia

  • 12 mayo 2011 /

El Tribunal de Sentencia condenó ayer a 317 años de cárcel a Sergio Misael Murillo Jiménez.

    El Tribunal de Sentencia condenó ayer a 317 años de cárcel a Sergio Misael Murillo Jiménez, implicado en la muerte de la dirigente sindical Rosa Altagracia Fuentes, ultimada el 24 de abril de 2008 junto con el motorista Juan Bautista y Virginia García de Sánchez.

    El portavoz del Ministerio Público, Elvis Guzmán, informó que ayer fue la lectura de la pena contra Murillo, que en marzo de este año fue encontrado culpable de 17 delitos.

    El juicio oral y público contra Murillo concluyó con una sentencia condenatoria por varios delitos, entre ellos dos por robo de vehículo, dos homicidios agravados en perjuicio de dos agentes policiales, asociación ilícita -ya que la Fiscalía comprobó que pertenece a la mara 18-, además ocho homicidios en su grado de ejecución de tentativa, un asesinato y tres homicidios, incluyendo el crimen de la sindicalista.

    Muerte de jovencita

    Guzmán señaló que Murillo fue condenado también por el crimen de la joven Cindy Escobar, de apenas de 16 años de edad, quien apareció muerta en unas cañeras de El Progreso, Yoro. La muchacha fue acribillada y luego su cuerpo fue quemado.

    También participó en el asesinato de los policías preventivos Merli Geovany Mejía y Jesús Cantarero, que se conducían en una patrulla a San Manuel, Cortés, cuando fueron interceptados por varios sujetos.

    “Con todas las pruebas que presentó la Fiscalía de Homicidios, el Tribunal dio lectura a la sentencia condenatoria y le aplicó la pena de 317 años de cárcel a Jiménez”, dijo Guzmán.

    La muerte de Altagracia Fuentes y sus dos acompañantes fue en la autopista de La Lima a El Progreso, Yoro.

    La Fiscalía comprobó que el culpable, el 8 de marzo de 2008, con otros individuos despojó de su vehículo a Juan Alberto Suazo y se dirigieron a las cañeras de La Sabana, donde lo abandonaron.

    Momentos después, los mismos individuos, entre ellos el condenado, usando ese auto robado, se trasladaron al barrio Suyapa de San Manuel, Cortés, y en el momento que Dilcia Moya se aprestaba a ingresar en su casa en su camioneta Jeep camioneta, los facinerosos se bajaron, fingiendo ser policías y exigiéndole que se bajara inmediatamente. La encañonaron con sus armas para dirigirse a las cañeras, donde la abandonaron.

    El Tribunal lo encontró culpable de los delitos de homicidio en su grado de ejecución de tentativa en perjuicio de una familia atacada a balazos por varios individuos, entre ellos Murillo.

    Sergio Misael y sus acompañantes dispararon contra el vehículo en que se transportaban la dirigente sindical Rosa Altagracia Fuentes, el motorista Juan Bautista y Virginia García de Sánchez.