18/04/2024
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Cabecillas de la 18 que vivían en lujosa vivienda quedan presos

  • 11 mayo 2017 /

Dos de los cabecillas apresados estaban dirigiendo las extorsiones contra empresas en San Pedro Sula.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Desde su cómoda casa, donde nadie sospechaba de sus operaciones, los presuntos miembros de la pandilla 18 capturados en la colonia Las Mesetas sembraban el terror a empresas y negocios que estaban siendo víctimas de extorsiones, así como se presume que son los autores de asesinatos de motoristas de buses.

    El grupo de antisociales fue apresado la tarde del 10 de mayo en un complejo de apartamentos, en el que también guardaban un armamento.

    Los acusados de extorsión continuada, portación y tenencia de armas y municiones de uso prohibido, asociación ilícita y tenencia de indumentaria militar, serían enviados a un centro penal en espera de la audiencia inicial en los próximos seis días.

    Wilfredo Barahona Chirinos, el Travieso o el Baby.
    La Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado presentó la acusación en el juzgado en contra de Wilfredo Barahona Chirinos (de 45 años), Travieso o el Baby, Jorge Alberto Mejía Rivera (25), Cronic, Xiomara Elizabeth Mancía Romero (5) y Crithián Rodolfo Mejía Miranda (23), por lo que comparecieron anoche a la audiencia de declaración de imputado. También tres menores fueron enviados al Juzgado de la Niñez para responder por las infracciones que les imputan.

    Sus operaciones

    Los siete supuestos miembros de la pandilla 18 vivían en un apartamento que alquilaban en la 24 avenida y 12 calle de la colonia Las Mesetas.

    Según la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), el Travieso o el Baby es uno de los líderes de la pandilla 18 que operaba por órdenes de cabecillas que estaban en el centro penal.

    Jorge Alberto Mejía Rivera, Cronic.
    Junto al Cronic, y otros miembros del grupo criminal, pasaban desapercibidos en el exclusivo complejo de apartamentos, adonde tenían las armas, municiones y uniformes militares y policiales.

    Los agentes de la FNA entraron en su “guarida” después de un intenso trabajo de inteligencia junto con la Atic y la Policía Militar, encontrando cuatro fusiles AR 15, dos pistolas, municiones 5.56, de AK 47, cargadores para fusiles, cinco chalecos antibalas con las siglas DPI, siete pares de botas, 10 uniformes militares completos, 14 celulares y una camioneta Hyundai Santa Fe placa PDC 0819.

    Los acusados, según la FNA, utilizaban los uniformes militares para cometer sus fechorías, como el robo de carros y hasta asesinatos.

    En un elegante complejo de apartamentos, los supuestos cabecillas de la pandilla se habían refugiado y guardaban las armas y munición.
    De los 14 teléfonos decomisados, los especialistas extraerán información, pues los capturados están identificados como autores en otros casos de alto impacto.

    Wilfredo Barahona Chirinos es investigado por el asesinato de conductores del transporte urbano. Los pandilleros habrían cometido los crímenes, según las investigaciones, porque exigían los pagos de extorsiones a motoristas de diferentes rutas.

    También extorsionaban negocios y empresas.

    Junto con otros miembros, el grupo criminal dirigía las extorsiones, así como otros crímenes.